(I) A quién seguir en las redes: Linkedin, Twitter, Facebook
¿A quién podemos seguir en las redes sociales? Obviamente a quien queramos, pero como criterio general suelo optar por cuatro perfiles: a quien pueda aportarnos valor, a quien nos ayude a difundir el mensaje, a reclutadores y a quienes queramos devolver la cortesía, sin más.

1. A quien pueda aportarnos valor
Este es un público clave que nos mantendrá al día de las cosas que nos importan. No son sólo influencers, se trata de expertos que comparten conocimiento y nos pueden aportar valor a nuestra profesión. Las formas de identificarlos y seguirlos varían en función de la red social:
A. Linkedin
Expertos: Es la red donde se mueven más ofertas de trabajo. Para identificar quién es quién en Linkedin vale la pena utilizar la búsqueda avanzada, un potente CRM que permite localizar perfiles personales y profesionales a través de palabras clave, por nombre o apellido, por empresa anterior o actual, por zona geográfica… La dificultad consiste en que una vez solicitado un contacto, éste no siempre acepta el retorno, lo que implica que nuestro perfil debe estar impecablemente redactado y con propuestas de valor muy claras.
Empresas: Vale la pena seguir a empresas, especialmente aquellas en las que nuestro interés y afinidad profesional las convierta en target (diana) de nuestras aspiraciones profesionales. Los perfiles de empresa se pueden seguir, pero también podemos incluir comentarios en sus publicaciones, lo que nos permitirá empezar a trabajar nuestro posicionamiento profesional.
Grupos: Hay cerca de dos millones de grupos en Linkedin. Son auténticos foros de debate especializados. Algunos son de networking, pero la gran mayoría son temáticos, como el de Soymimarca, centrado en marca personal, y con cerca de 3.000 miembros. En los grupos podemos seguir de cerca de expertos para poder aprender de ellos, pero también podemos conversar con ellos, una ocasión inmejorable de dejar nuestra marca.
B. Twitter
Personas: Es la red que nos permite seguir a quien queramos sin esperar que nos devuelva el seguimiento. Seguir a expertos en esta red es muy fácil a través de su buscador: basta poner la materia en la que estamos interesados y al pulsar buscar aparecerán varias opciones: destacados, en directo, cuentas, fotos, vídeos, más opciones. Por ejemplo, si buscamos periodistas hemos de escribir el el buscador la palabra “periodista” y luego clicar “cuentas”, de esta manera nos aparecerán aquellas personas que se hayan definido como periodista en su perfil. Aunque no soy un amante de Klout (medidor de influencia online) existe una extensión Chrome y otros navegadores que permiten que veamos directamente el índice Klout de cada perfil de Twitter, por que podremos tener una idea aproximada de su influencia.
Empresas: Las empresas han consolidado su presencia en esta red debido a su influencia en las noticias directas y en la reputación. Para seguir a empresas utilizaremos el mismo criterio que para seguir a personas.
Conceptos: la búsqueda por #hashtags es muy efectiva y permite hacer un seguimiento de la conversación alrededor de un tema. Si ponemos #personalbranding en el buscador de Twitter, y luego vamos a los tweets destacados, veremos en un momento todas las novedades que se están produciendo al respecto. Utilizando la herramienta Hootsuite ese seguimiento es aún más fácil, ya que permite que una columna podamos seguir hasta 3 hashtags, por ejemplo: #personalbranding #marcapersonal #employeebranding.
Listas de Twitter: una opción selectiva de ver Twitter es buscar listas afines a lo que buscamos, y suscribirnos. Eso nos evita seguir a todos los integrantes de la lista, pero en cambio sí podremos ver en directo lo que van publicando. Localizar listas en Twitter es algo complejo, ya que esta red aún no ha considerado las listas en su buscador ni en su búsqueda avanzada (también la tiene), así que buscaremos primero por concepto a través del hashtag y ahí, manualmente iremos mirando quien ha creado listas afines.
Seguimiento activo: La opción “activar notificaciones en tu móvil” está disponible cuando la persona o empresa que sigues te ha devuelto el seguimiento o ”follow”. Esto implica que cada vez que tuitee o retuitee te llegará un aviso en la pantalla del teléfono. Es la manera más directa de seguir a un perfil.
C. Facebook
Personas: Aquí toparemos con las opciones de privacidad, que en muchos casos hacen imposible encontrar a una persona. Cuando lo consigamos, podemos enviar solicitud de amistad y en otros casos Facebook permite activar el seguimiento. Las personas que además de perfil tienen página no ofrecen ninguna dificultad para seguirlas a través de un “me gusta” en su página, pero no olvidemos visitarla a diario ya que Facebook Pages solo muestra el 5% de lo que publican las páginas a sus seguidores (a no ser que realicen campaña de pago).
Empresas: la gran mayoría dispone de página, y a través del buscador generar de página es muy fácil acceder a ellas y hacer un “like”.
Grupos públicos. Existen grupos temáticos muy potentes, una respuesta de Zuckerberg a Linkedin para mantener la conversación más profesional en Facebook. Cada vez que alguien publica en un grupo nos llega una alerta como si alguien hubiera escrito en nuestro muro, es muy fácil seguirlo, y muy fácil también conversar con los expertos desde el muro del grupo.
2. A quien, además de aportar valor, nos ayude a la difusión de nuestros mensajes
El círculo cercano de influencia: De los influencers podemos aprender, pero a no ser que sean amigos, difícilmente compartirán nuestras reflexiones ni contenidos en sus redes. ¿Quién tiene ese rol entonces? Nuestro entorno de confianza, tanto personal como profesional, pero especialmente aquellas personas que tengan buenas comunidades en las redes. Para nosotros son más fáciles de identificar porque les conocemos, son parte de nuestro entorno. Imaginemos que hemos creado un contenido: un post en un blog, un vídeo en YouTube, hemos aparecido en una entrevista de radio, TV o en un artículo de prensa. Con el enlace digital podemos conseguir llegar más lejos, y lo haremos a través a nuestro círculo cercano de influencia.
A. Linkedin
Compartir (enlace) en mi perfil. Con ese enlace clicaremos la opción de compartir nuestro contenido en Linkedin y todos lo que nos siguen podrán ver lo que hemos compartido.
Enviar a individuos: Linkedin nos permite compartir ese enlace a individuos, en bloque de hasta 50 personas. Vale la pena cambiar el mensaje estándar “creo que esto te puede interesar” por algo más trabajado y personalizado. “Me hicieron una entrevista de radio hace unos días en que explico la eficacia del coaching sistémico en las organizaciones. Sería de gran ayuda si pudieses compartir este enlace. Gracias!”.
Enviar a grupos. Linkedin nos permite compartir un contenido, propio o ajeno, a los 53 grupos de los que podemos ser miembros. Eso multiplica exponencialmente las posibilidades de ser vistos, ya que hay algunos grupos de Networking que cuentan con más de 100.000 miembros. Para hacerlo, actuaremos igual que en los dos casos anteriores. Desde la noticia, post, o enlace del contenido compartiremos en Linkedin con la opción “enviar a grupos” e iremos colocando el nombre de los grupos a los que queremos llegar.
B. Twitter
Mensaje directo: con esas personas de confianza que seguimos y nos siguen en Twitter les enviaremos un MD (mensaje directo) adjuntando el enlace con el contenido y pidiéndoles si lo pueden compartir en su comunidad o sencilla mente que hagan un RT (retweet) al tweet creado por nosotros que ya incluye enlace y hashtag. Se recomienda no abusar de esta práctica.
Twitter Ads: Si tenemos una comunidad pequeña y queremos que nos vean (impresiones, es el nombre técnico) 70.000 personas, una buena opción son los Twitter Ads, anuncios muy fáciles de contratar en los que eliges el tipo de público al que quieres que llegue tu tweet. Por 100€ puedes lograr un alcance magnífico, que luego se traducirá en leads (clics al enlace, suscripciones a un blog…).
C. Facebook
Amigos: Quizás sea el caso más fácil. Dado que en un perfil se supone que tus amigos son eso, amigos, lo único que necesitamos es decir en voz alta que necesitamos que compartan un contenido nuestro. Precaución: abusar de esta práctica se considera spam, así que mejor reservarnos esta munición para casos muy concretos y especiales.
Grupos: Es un excelente lugar para compartir contenidos, y a diferencia de los perfiles de amigos, los grupos profesionales están para eso, para compartir contenidos de valor. Recordemos que antes de recibir hay que dar. No sirve utilizar los grupos como receptáculo de nuestras ideas y no interactuar.
3. A nethunters y reclutadores
Este es un público muy interesante para quienes buscan oportunidades laborales, pero es el perfil de más difícil alcance y de protocolos más sensibles. No podemos esperar una respuesta suya rápida ni positiva a la brava. La estrategia por encima de la táctica. Antes de emprender cualquier acción dirigida a este público es importante trabajar nuestros perfiles online para que tengan coherencia, mensaje, posicionamiento y no estén llenos de basura digital, temas complejos como FPRS (fútbol, política, religión, sexo) no están prohibidos pero se deben tratar con suma exquisitez para no acabar descartados a la primera de cambio.
Conviene saber que el reclutador digital o nethunter no se conforma con una fotografía estática de un momento, suelen hacer un seguimiento de cada perfil para saber con quién interactuamos, qué compartimos y qué propuesta de valor hay tras nuestra marca.
A. Linkedin
Localizarlos en Linkedin es más complejo, ya que la palabra nethunter es utilizada por pocos profesionales. Un buen consejo es >Búsqueda avanzada > Palabra clave = nethunter >Cerca de = tu país, tu distrito, y con el radio más amplio que puedas. Por ejemplo, haciendo una búsqueda en Barcelona me han aparecido 12 profesionales con este perfil.
Analizamos su perfil. A partir de ese momento sabrán que lo hemos hecho, ya hemos dejado nuestra primera marca.
Les pedimos contacto, pero nunca a través de móvil o Tablet, ya que no permiten personalizar el mensaje. Personalizamos el texto todo lo que podamos, con la propuesta de valor (qué sale ganando quien nos contrate) por delante.
Y a esperar. Si aceptan el contacto, por favor, no presionemos más durante unas semanas. No hay nada peor que aceptar a alguien y que a los dos minutos ya esté pidiendo. Así que el consejo es dar antes que pedir: aportar valor, compartir contenidos interesantes, interactuar en grupos o empresas donde esté el nethunter para dejar así la segunda marca y esperar a ser pre-seleccionados en un proceso.
B. Twitter
Búsqueda avanzada: Trabajaríamos el mismo procedimiento de búsqueda avanzada, que permite apuntar variables de localización específicas. La búsqueda avanzada de Twitter es ese gran desconocido, pero es muy potente. Se encuentra en el submenú “más opciones” una vez hemos realizado una búsqueda simple.
Seguir: Aquí el protocolo es distinto, ya que podemos seguir a quien queramos, así que directamente iremos a “follow”. Posiblemente no nos devolverán el follow, no suelen hacerlo, así que una buena opción será crear una lista con título “Top Nethunters España” (por ejemplo) e ir incluyendo a todos los perfiles afines a la palabra nethunters. Con eso hemos dejado la segunda marca, más importante que un “follow”.
Etiquetar: Si creamos un contenido de mucho valor (muchísimo) como por ejemplo traducir antes que nadie un artículo de Harvard Business Review sobre RRHH e Internet y publicarlo en nuestro blog, en ese caso podemos subir un tweet con el contenido y al final un cc (con conocimiento) @elnombredelnethunter. Es esencial no abusar de esta práctica, una vez al trimestre por nethunter, siempre que el contenido lo valga, será suficiente.
Espera: Y a esperar.
C. Facebook
Precaución: Dado que es una red de amigos, aquí lo tenemos más complicado. Los nethunters no suelen tener página, y salvo excepciones no nos admitirán como amigos en su perfil.
Privacidad: Existen grupos de reclutadores en Facebook, pero la mayoría son cerrados, funcionan por invitación. Por aquí tampoco podemos entrar.
Creatividad: la única forma posible de llamar la atención de un nethunter o reclutador en Facebook es utilizando altas dosis de creatividad, por ejemplo con un vídeo-currículum que rompa moldes. Da un vistazo en YouTube al CV de Nuria Fusté Massana, es un gran ejemplo de lo que se habla aquí.

4. A quien queramos devolver la cortesía
No existe una norma clara sobre si debemos aceptar el seguimiento de todo aquel que nos solicita contacto, amistad… Cada caso merece ser estudiado por separado. Existen perfiles como el de Francesc Grau en Twitter @fgrau autor de “Twitter en una semana” que reza “follower de mis followers” mientras que otros solo siguen a los que conocen o a los que efectivamente pretenden seguir. En cualquier caso, aquí los protocolos según la red social son sencillos:
A. Linkedin.
Asegurarse antes: Aquí vale la pena clicar en el perfil de la persona que quiere contactar para estar seguros que no se trata de un spammer o de alguien que vendrá con el cuento de que tiene un primo en la cárcel y necesita dinero.
Acción: Si nos convence, ya tendremos un nuevo contacto, un nuevo correo electrónico y un potencial stakeholder.
B. Twitter
Atención, no todo vale: Igual que Linkedin, pero en Twitter hay algunos perfiles que suelen ser sospechosos y que quizás es mejor dejar para otro momento:
1. Todos los que vayan con “huevo”, sin foto de perfil
2. Los que a pesar de incluir foto, carecen de descripción de perfil
3. Los que se han fotografiado con su mascota
4. Los que tienen el perfil privado (en Twitter eso no tiene sentido)
5. Los que incluyen símbolos de filiaciones extremas (fútbol, política, sexo…)
6. Los que se hacen llamar MLM Multinivel o marketing por internet
7. En general, aquellos que veamos que no nos van a aportar nada de nada
Posibilidades: Es bueno saber que una vez el seguimiento es bilateral se activan una serie de funciones, de las que destacaremos dos:
1. La posibilidad de enviar MD > Mensajes directos
2. La posibilidad de activar notificaciones en el móvil, de manera que Twitter nos avisará de cada acción de la pantalla seguida.
C. Facebook
Amistad: Al aceptar una amistad tendremos derecho a visitar su perfil completo, ver que amigos tiene y activar el Facebook Messenger, algo muy parecido a Whatsapp.
Cómo aceptar: Si Facebook es una red de amigos, la aceptación de contactos puede seguir dos criterios, elige el que quieras.
1. Sólo acepto a personas que conozca (y me apetezca tener en mi muro)
2. Los amigos de mis amigos son mis amigos.
Pronto seguiremos con YouTube, Instagram, Google+,…
Imagen cabecera: shutterstock.com

Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
Muchas gracias, Guillem, por referenciarme! honorado de estar presente aquí, en tu casa :-D
Un abrazo!
Siempre enriquece mencionar aportaciones como las tuyas, Francesc!
Un abrazo!
¡Brillante análisis, Guillem, un placer leerlo y recomendarlo!! :-)
Un millón de gracias, Mar!