Ayer tuvimos la oportunidad de leer la interesante entrevista en La Vanguardia de Víctor Amela al publicitario Toni Segarra. Más allá de los tópicos de éxito de algunas campañas, Segarra profundiza en el concepto de cambio y de adaptación de una manera definitiva, como lo hicieran en su día Philip Kotler y Fernando Trias de Bes en su libro «Marketing Lateral», del cual está sacado el título de este post «Atreverse a cambiar o dejarse morir».
Segarra defiende que la publicidad es un concepto global, holístico. No es un spot de 20″ en TV, también es ubicar una tienda de 300 m en la 5ª Avenida de Manhattan. Muchas marcas se defienden hoy mediante estrategias «parapublicitarias» (si me permiten la expresión), no basadas en los parámetros clásicos de publicidad exterior, patrocinio, prensa, revistas, TV… La hiper-segmentación provoca que los publicitarios necesiten pensar estrategias diferenciadas para grupos diferenciados.
El aparatado digital cobra una nueva dimensión, ya que permite segmentaciones de máxima precisión. Un anuncio de neveras cuando no busco nevera es absurdo. De ahí la importancia de los buscadores como Google. En fracciones de segundo encontramos los mejores lugares y precios para encontrar nuestra nevera, incluyendo catálogos interactivos, demos en 3D y listados de tiendas por zonas. Es la nueva publicidad. Estar donde y cuando hay que estar. Herramientas de web 2.0 como los blogs, twitter, facebook son ya nuevos medios publicitarios que escapan (a menudo) al control de las agencias de publicidad.
Segarra encara el tema de la fuerza de la marca blanca, y lo hace con resignación: La publicidad y el supuesto valor que ella genera no ha sido un arma para luchar contra la marca blanca: todo lo contrario. El nuevo consumidor «huele» el marketing y huye de él. Entre un Activia de Danone y un yogur bífidus Hacendado, ¿Cuál es la diferencia? Mucha, pero al consumidor le llega una: Activia gasta mucho en publicidad y por eso es más caro. De poco le ha servido a Danone o a Nestlé haber invertido sumas astronómicas en desarrollar nuevos fermentos para mejorar nuestra salud. Unos inventan y los otros clonan, y clonan a la manera china, más barato.
Tal vez la nueva estrategia de las marcas comerciales consista en reinventarse cada día, haciendo obsoleto el producto de hace dos meses. O quizás consista en centrar sus esfuerzos en abaratar el proceso de producción, distribución y comunicación. O quizás fabricar para el máximo número de marcas blancas. O quizás en convertir al consumidor en el autor de las fórmulas, involucrarlo, crear un vínculo emocional a prueba de balas.
Sea lo que sea, estoy con Segarra, con Kotler y con Trias de Bes: Atreverse a cambiar o dejarse morir.

Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
Yo no creo que las marcas blancas sean beneficiosas en conjunto, reconozco que deben tener una parte del mercado, consumidores cuyo primer objetivo es precio bajo. Sin embargo yo pienso que las Marcas de Fabricantes (originales) nos aportan mayor calidad, garantia y nuevos productos. Las marcas blancas solo copian lo más barato posible. Hasta el punto de que en estos ultimos dias hemos podido leer informes de lo mal que pagan a sus trabajadores. A mi no me gustan
Imagino que hay que ir con cuidado al referirse a que las marcas blancas pagan mal a sus trabajadores. Muchas marcas blancas las fabrican empresas líderes!