En los 8 capítulos anteriores de la serie Iceberg hemos trabajado el diagnóstico de nuestra marca personal nos hemos centrado en la identidad percibida, en la propia, en la identidad digital por nombre en buscadores, en medios sociales y por palabras clave.
En este capítulo entramos en el DAFO (FODA, SWOT…) de nuestra marca personal, analizando la “D” de “Debilidades”, y poniendo foco en cómo gestionarlas. Me hace especial ilusión contar en este post con el arte de mi amiga y colega Elena Arnaiz, la de Talento y Acción, que como psicóloga, coach y experta en gestión de marca personal nos da algunas claves de oro (como sus cabellos) sobre cómo gestionar con maestría nuestras debilidades. Un lujo.
Si tienes poco tiempo, te invito a ver este vídeo-resumen:
Sobre el DAFO
DAFO es el acrónimo de Debilidades, Amenazas, Fortalezas, Oportunidades. También se conoce como FODA en América y como SWOT en inglés. Al margen del orden en que se coloquen los cuatro ejes, existe una visión interna del DAFO (debilidades y fortalezas) y otra que pertenece al contexto, la visión externa (amenazas y oportunidades).
Se suele tratar de un método diagnóstico para las empresas, pero en los últimos 10 años se han producido dos “mutaciones” importantes con respecto al DAFO:
- Su aplicación a las personas, el DAFO personal, el que trataremos aquí.
- Su transformación de método diagnóstico a plan de acción.
A pesar de algunos problemas que conlleva su uso, el DAFO personal sigue siendo una importante herramienta estratégica para enumerar las fortalezas y debilidades de una persona, y registrar esas fortalezas y traducirlas en Valor.
La metodología DAFO destila las fortalezas y debilidades en competencias básicas y problemas fundamentales. Esas competencias básicas y esos problemas fundamentales se vinculan entonces en un plan de acción destinado a preservar y aprovechar las competencias básicas de la persona, defendiéndola al mismo tiempo de la exposición a los problemas centrales.
Por qué es importante conocer nuestras debilidades
Imagina que tienes un buen amigo o amiga. Conoces bien a esa persona. Tanto, que conoces al dedillo sus debilidades, y te blindas frente a ellas. Pero, por pudor, por miedo, por la razón que sea, no te ves capaz de comunicar esas debilidades a ese buen amigo o amiga. Sabes que haces mal, pero tu cabeza te previene de entrar en conflictos con alguien a quien aprecias.
Houston, tu amigo o amiga tiene un problema. No conoce sus debilidades. Pero su entorno sí las conoce. Y actúa en base a ellas. Tu amigo o amiga está en una clara posición de desventaja. No conoce sus propias debilidades; y quizás eso le esté cerrando algunas puertas.
Es momento de actuar. Y por eso es importante conocer nuestras debilidades. Es posible que, tras conocerlas, sigamos actuando como siempre. Pero al menos seremos conscientes de una parte de la huella, de la marca personal que vamos dejando.
Elena Arnaiz: No conviertas tus debilidades en obsesiones
En el conocimiento de tus debilidades encontrarás una de tus principales fortalezas
¿Tienes que invertir toda tu energía en sacar «pa fuera» lo malo? No. Tu energía, tu tiempo y todos tus recursos tienen que estar puestos en potenciar tus fortalezas. No conozco a nadie que brille con todo su esplendor basando toda su estrategia en pulir sus defectos.
Más bien al contrario, las personas que consiguen sus objetivos suelen tener en común esta forma de enfrentarse a las debilidades:
- Entienden que es prioritario mirarse con la valentía suficiente para identificar, reconocer y modificar aquellas debilidades que me impiden avanzar en la ejecución de mi plan de acción. Admitir nuestras miserias, nuestras envidias y todo lo que tiene que ver con los mecanismos más variopintos para salvaguardar nuestro ego es un ejercicio de tanta madurez que conseguirlo es triunfar. Para ir empezando, con tenerlas identificadas ya vamos bien.
- Conocer cómo me está afectando en mis acciones y modular su impacto hasta quedarme con la parte positiva que toda debilidad tiene dentro. ¿El exceso de perfeccionismo es una debilidad? De las más improductivas y destructivas que conozco. Identifica, modula y quédate con la parte bonita que te da cuidar el detalle. Saber frenarlo.y usarlo en tu favor, te acercará más y de una forma única a tus resultados.
- Reconcíliate con aquellas debilidades que no puedas solucionar. Es imposible que tengas el tiempo y la energía para modificar todas y cada una de tus debilidades. En la aceptación de nuestras debilidades se encuentra también nuestro valor diferencial. Tus despistes, tu “bordería”, ese punto un poco inocente, los sofocones que te pillas porque sigues enviando tus pendientes la noche antes (como yo estoy haciendo con las líneas que estás leyendo ahora), forma parte de ti.
- Y recuerda siempre que nadie compra tu propuesta de valor por ser perfecta. Que nadie te quiere extenuado, que te quieren humilde. Que nadie quiere la versión más completa y pulida, pero sí en disposición de mejora continua.
Ahí está la clave, pregunta, identifica, evalúa qué hacer con cada una de ellas, actúa y disfruta. Al final nadie te da tanta importancia como lo haces tú..
Tipos de debilidades
Por un lado, distingo las debilidades no limitantes, que son el gran grupo, y las limitantes, menos pero con un efecto más dañino sobre nuestra marca personal y nuestra carrera profesional.
Por otro lado, existen debilidades de diversos orígenes: laborales, personales, creencias limitantes, competencias imposibles, recursos, de personalidad, de reputación, de presencia digital.
Tú defines cuáles son limitantes, ya que eso depende de tu propuesta de valor y de las actividades que realices para llevarla a cabo.
- Por ejemplo, un grado de ceguera puede ser relevante para un piloto de aviación, pero no para un catador de vino, un administrativo, un músico o un locutor radiofónico.
- No conocer el idioma inglés puede ser limitante si tu ámbito de trabajo es global, y no es limitante si el ámbito es local.
- Por otro lado, las debilidades derivadas de personalidad solo son tales si impiden desarrollar una posición laboral determinada. Por ejemplo, si una persona es superficial se puede dedicar a muchas cosas, pero no a analizar datos, a investigar…
Aquí te dejo una lista -muy ampliable- de las principales debilidades. Para poder cumplimentarla, es interesante recurrir a los 8 ejercicios de post anteriores sobre diagnóstico de marca personal, que encontrarás en la categoría Iceberg de este blog. Aquí te puedes descargar en Excel el cuadro con Los tipos de Debilidades.
Debilidades |
No limitantes |
Limitantes |
Malos hábitos laborales |
Desorganización, falta de puntualidad, no saber delegar, tomar demasiados riesgos, indecisión, falta de liderazgo, falta de ideas, mala presencia, dificultad en expresarse… | |
Malos hábitos personales |
Ira, envidia, mal humor, impaciencia, soberbia, avaricia, lujuria, pereza… | |
Creencias limitantes |
Creencias o fobias políticas, religiosas, sexuales, filiaciones (deportes…) | |
Competencias que esquivamos por miedo a no dominar |
Idiomas, capacidades digitales, certificados, licencias, estudios | |
Falta de recursos |
Financieros, educativos, afectivos… | |
Otras limitaciones |
Desconocimiento de otras lenguas, limitaciones físicas, psicológicas, falta de experiencia, exceso de experiencia… | |
De personalidad (feedback, DISC, MBTI, Crystal…) |
Negatividad, intolerancia, arrogancia, agresividad, cinismo, falta de empatía, irresponsabilidad, egoísmo, impulsividad, cerrazón, cinismo, despotismo, codicia, temeridad, pasividad, desconfianza, superficialidad, timidez, procrastinación… | |
De reputación digital |
Reputación dañada, fake news, reputación confundida (otra persona, mismo nombre)… | |
De situación online |
No se encuentra, es omnipresente, confusión con otra persona, no asociación a palabras clave, mal digital selling index, mal social selling index, comunidades insuficientes, comunidades «fake», malos hábitos digitales (netiqueta), falta de autenticidad, fishing, ciberacoso… |
Un trabajo engorroso pero interesante: Validar nuestras debilidades
A nadie le gusta gestionar su propia negatividad. Es incómodo, muy incómodo. Quieres que pase rápido, como el dolor, o como un anuncio inoportuno en tu programa de radio favorito.
La fase de validación nos permite, por lado, que nuestro entorno valide las debilidades, y por otro, que pueda detectar algunas que nos hayan pasado desapercibidas.
Un consejo aquí puede ser crear un cuadro como el anterior, pero poniendo una escala de 1 a 5 para que sean los demás quienes sitúen el grado de relevancia de nuestras debilidades en base a su relación de stakeholders con nosotros. Incluso lo puedes hacer con un formulario de Google, adaptando la configuración como cuestionario de evaluación.
Y ahora viene lo bueno: el plan de acción
Para pasar de método diagnóstico a la operatividad, ahora ya viene el momento de gestionar nuestras debilidades en un plan de acción.
El plan de acción es muy sencillo: Se compone de tres fases:
- Minimizar
- Gestionar
- Mentorizar
- Minimizar el impacto de nuestras debilidades al evitar abordar proyectos que requieran habilidades que no dominamos. O mejor, encontrar una manera de delegar a otro compañero de equipo para así que pueda aprovechar sus fortalezas. Esta segunda opción es interesante, ya que evita una debilidad propia mientras refuerza una fortaleza ajena. Por ejemplo, si me piden una colaboración sobre humanismo digital, mejor la delego en Joan Clotet, ¿verdad?
- Gestionar. Centrarse sólo en resolver aquellos puntos débiles que pueden interponerse en la consecución de nuestros objetivos. En pocas palabras, las debilidades limitantes. Si no sé hablar inglés y busco un trabajo global, es momento de sumergirse en el estudio del idioma.
- Mentorizar. Para sacar el máximo partido de las oportunidades que nos dará el “debilitar” nuestras debilidades, podríamos considerar la ayuda de mentores. Psicólogos, orientadores, coaches… Están ahí para eso, no son un gasto, son una inversión.
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Posdata
Beyond the Value Proposition
If you are IESE alumni or current student don’t miss my online keynote «Beyond the Value Proposition: How can your Personal Brand survive this Crisis«. May, 20, 18 – 18:45h CEST on Zoom.
Covid19 has changed the way we persuade in business. It’s not time to sell yourself, but let the others do it. Activating your value proposition means designing a unique value proposition for each stakeholder. Once you have done it, it’s time to implement a double strategy: On the one hand, an inbound plan of value content to position ourselves as experts. And on the other hand, just think that selling oneself is less effective than getting quality referrals to do it. You need a plan with your key partners.

Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
4 comentarios en «Diagnóstico de marca personal 9: Analizando debilidades»
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