De entre las muchas ideas que aparecen a lo largo del año en nuestro planeta, sin duda el avión sin ventanas representa uno de los mejores enfoques del pensamiento lateral que he conocido.
¿Los autores? cuatro estudiantes de ingeniería aeronáutica de la Universidad Politécnica de Valencia. A simple vista se puede pensar que se trata de una idea absurda, pero el proyecto de estos chavales reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera de una manera considerable.
Está claro que esta mejora en la aerodinámica del avión no está exenta de algún contra. El factor psicológico de volar sin ver el exterior puede ser clave. Y por esa razón, los estudiantes han pensado en todo. En cada asiento habrá un monitor TV que permitirá elegir entre distintas vistas reales del avión, gracias a cámaras instaladas en cabina, en las alas, en la cola, en la “panza” del avión…
El coste medioambiental de los viajes en avión es insostenible: En un viaje Madrid-Londres, un Airbus A320 consume unos 6.000 litros de combustible, produce 15.000 kilos de CO2, igual que 102.000 automóviles.
La idea ha sido seleccionada como una de las cinco mejores presentadas a un concurso mundial organizado por Airbus, con más de 2.350 participantes de 82 países.
Bravo, chavales! Habéis trabajado rechazando estereotipos y supuestos. Eso es pensamiento lateral.


Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
La idea suena realmente bien, pero me queda la duda de cómo puede vivirlo una persona con miedo a volar (que hay muchas) por mucho que pueda ver el exterior mediante cámaras (la sensación de estar encerrado no te la va a quitar una cámara).