¿Cómo puede el profesional que da un paso adelante, que tiene éxito, gestionar la envidia ajena?
- Actuar guiados por nuestros valores personales, no querer gustar a todo el mundo. Recordemos que Gandhi tenía tantos amigos como detractores, y también Donald Trump. Una sobre-actuación para tratar de satisfacer a todos puede ser contraproducente y generar falsas expectativas futuras.
- Si en el éxito ha estado involucrado un equipo de personas, debemos agradecérselo de forma personal y pública. Desde una empresa, por ejemplo, en canales de comunicación interna y también en medios externos como redes sociales y profesionales. Tratar un éxito personal como fruto de un esfuerzo colectivo puede ayudar a transmitir la idea de que se trata de un éxito colectivo.
- Si se trata de una mejora en la categoría profesional, gestionarla como un co-branding a tres marcas, la propia, la de las personas que integran el equipo más cercano y la marca de la organización. Llevarlo con cierta dosis de humildad. Por ejemplo, en una red profesional como Linkedin, al redactar el cambio de categoría profesional, desactivar las notificaciones. De esta manera evitaremos aparecer en el timeline de todos los contactos con el cambio. En el titular profesional, aprovechar para redactar una propuesta de valor, no un cargo, que incluya al equipo y la marca. Por ejemplo, imaginemos a alguien ascendido a responsable de diversificación. En ese caso podríamos redactar algo como «Generando oportunidades de crecimiento en nuevos mercados con el equipo imbatible de la (Empresa o Marca) XXXX».
- Tener cuidado con lo que se publica en las redes más personales, como Facebook o Instagram. Son las que pueden despertar mayores rumores y envidias. Adoptar el minimalismo podría ser una buena técnica, y en este sentido, menos es más; no exagerar la comunicación del éxito o esperar que lo haga otra persona sería apropiado.
- En redes híbridas como Twitter, proyectar un tipo de liderazgo transversal, basado en el apoyo de la comunidad, es adecuado. Por ejemplo, no aparecer en una fotografía en solitario, mejor con personas.
- Si disponemos de un blog propio, tenemos la oportunidad de construir un relato sobre la compañía, sus marcas, logros, equipos, visión, actuar como un verdadero embajador de la marca, un transmisor de confianza pública con mayor poder que la publicidad o las RRPP. Esto mismo, en redes sociales que priman la brevedad, es difícil de gestionar. En caso de ausencia de blog propio, existe Pulse, el blog de Linkedin. En un caso así sería interesante validar el contenido con un colega, superior o amigo antes de publicar para no herir susceptibilidades.
- Por último, no hacer nada de todo lo anterior si atenta contra los valores personales, aunque prefiero entender que si es un éxito merecido, las recomendaciones anteriores no se verán como algo contra-natura.
Dice el refranero popular que la envidia sigue al mérito como la sombra al cuerpo. Feliz semana!
Image by shutterstock.com
Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
Graciasss por tu mirada. La mía es que «La envidia no entiende, que cuando crece uno, siempre crecemos todos»
Gracias a ti, Mónica por tu feedback y por esa visión ontològica de la envidia
Que buen artículo Guillem, sabios consejos!! Son sencillos de llevar a la práctica, pero a veces por descuido o falta de tiempo nos olvidamos.
Muchas gracias por ayudarnos a ser mejores!!
Cierto, Ana. Alinear lo que pensamos y lo que hacemos no siempre es fácil. Abrazos y gracias por el comentario!
Que buen consejo, efectivamente, menos.es mas.
Muchas gracias, Luz! A veces buscamos muchas palabras en vez de las adecuadas
Magnífica aportación.
Mil gracias Helena!!