No se trata de ser el mejor, se trata de ser el más adecuado. Leí esta frase en un post del coach Alfónso Alcántara «yoriento». Y lo cierto es que mueve a cierta reflexión, ya que a menudo los que nos dedicamos al branding personal pretendemos de manera algo obstinada que nuestros clientes sean los mejores. Y no se trata de eso. Se trata de que sean la opción preferente, que sean los más adecuados para alcanzar su meta, sea cual sea.
El matiz es importante, ya que el esfuerzo para ser el mejor puede ser desproporcionadamente alto, ya que has de cubrir muchas aptitudes, muchos tipos de clientes, muchas actividades y hacerlo en muchos canales. En este sentido, me gustaría hablaros de algo que tengo en la cabeza hace algún tiempo. Lo llamo la «especialización emocional».
La ESPECIALIZACIÓN EMOCIONAL
Se ha hablado mucho de la especialización como vía para conseguir un posicionamiento diferencial en el mercado. El problema es que ese posicionamiento pudiera no ser relevante. Me explico.
- Innovar tiene un precio, y es el de quedarse con una idea hasta dejar que los demás te la superen. Le ha pasado a mucha gente y a muchas marcas. Mirad dónde está ahora Blackberry, mirad los esfuerzos de Apple por ser la N1: primero Windows le copia el sistema, luego Android, luego…
- Tu nicho puede ser excesivamente pequeño. Puede que al principio encuentres clientes, pero que estos se agoten muy rápidamente. La relevancia es clave. Ser soldador submarinista está bien, pero especializarse en veleros de recreo puede llegar a convertirse en un nicho irrelevante.
- La dificultad de comunicar, conectar y vender aumenta cuanto más te alejes de un cierto estándar de mercado.
Entonces, ¿qué puede aportar un tipo de especialización más emocional?
Imaginemos que alguien acaba la carrera de derecho y se especializa, por ejemplo, en derecho penal. Hay muchos penalistas, tendrá mucha competencia. Pero la oportunidad ahí estaría en añadir un valor único y relevante al hecho de ser un especialista en derecho penal. Se puede plantear de dos maneras: la clásica, en formato hiper-especialización sería:
Abogado Derecho Penal especialista en delitos de sangre
Pero yendo más allá, una especialización emocional podría añadir algo único:
Abogado Derecho Penal inconformista, nunca me doy por vencido
La gran cuestión es si hay o no hay mercado para este segundo supuesto de especialización emocional. Pero al estar basado en un axioma, algo que posiblemente todo el mundo acepte, puede ayudar mucho al abogado en cuestión. A partir de hay hay que ser consecuente con la promesa y demostrarla, por supuesto. Si no, la cosa cae en saco roto.
En el caso de la especialización emocional del segundo abogado, lo que sí vemos es que puede permitirse un mercado mayor que el abogado penalista especialista en delitos de sangre, ya que el «inconformista» podrá trabajar en todo tipo de delitos, y por tanto opta a una porción del pastel mayor. Volviendo al título de este artículo, quizás nuestro abogado «inconformista» no será el mejor, pero será el más adecuado.
Seguiré hablando del tema. Si te ha gustado mi enfoque, compártelo, por favor. Si te ha gustado mucho y necesitas ayuda para especializarte emocionalmente, te espero. Que tengas un gran día.
Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
Mi negocio es fabricación de elementos para cubrir ventanas, cortinas de tela, principalmente. Nuestro slogan, dice «Con sus ideas y las nuestras haremos cosas bellas» pero me gustaría conocer un apelativo que pudieras sugerirme. Gracias.