En Barcelona, mi ciudad, no tenemos renos, ni nieves, ni auroras boreales. Hay algunos abetos, eso sí, y algún que otro jabalí que se deja ver si no hay mucha luz. Nuestra Navidad no coincide del todo con la de los cuentos de elfos ni con la iconografía que hemos importado de los EE.UU.
También tenemos algunas leyendas que convierten estos días en especiales. No, no se trata de fantasmas ni de personajes como Ebenezer Scrooge (Cuentos de Navidad, 1843, Charles Dickens), de esos con corazón duro que se ablanda al acercarse la noche mágica.
Pero hay algo de eso. Nuestra leyenda se ha ido forjando con el paso de los años. Cuando llega la Navidad, nos gusta especialmente ayudar a los demás, nos aparece nuestro YO solidario. El voluntariado ya es un modus vivendi de los catalanes cuando la ocasión lo requiere. Hasta somos capaces de dejar alimentos para los pobres jabalís que habitan en las montañas que nos cierran el paso por el oeste, la serra de Collcerola.
En diciembre hay dos momentos cruciales: el gran recapte y la Marató. El gran recapte d’aliments de la última edición logro recoger más de 4 millones de kilos, cantidad que cubre un tercio de las necesidades anuales de los más necesitados. Por su lado, la Marató de TV3 logró recaptar en un día más de 7.200.000€ para investigar las enfermedades infecciosas. La causa cambia cada año, pero la voluntad de ayudar se mantiene. Las cifras pueden parecer banales, pero hay pocos lugares en Europa que reúnan cantidades así y miles de voluntarios para conseguirlas.
La marca Barcelona no es solo el Barça, o el Español, o la Sagrada Familia. Barcelona es su gente, con ese ADN que nos aleja de la violencia y nos acerca a trabajar en equipo, formando castells.
Desvío un instante el relato. Los que me conocéis sabéis que soy madrugador y que me apasiona caminar, correr, pasear. A diferencia del resto de los mortales, necesito hacerlo solo. Es mi momento, y no lo quiero compartir. Sean las 6 o las 7 de la mañana, sea verano o invierno, cada día tengo un diálogo interior conmigo mismo que me ayuda a saber dónde estoy y cómo voy a preparar el día. Y me gusta hacerlo en mi pequeño paraíso: la Carretera de las Aguas, cuyo origen se debe a una antigua conducción de la distribución de agua, motivo de su trazado horizontal y de su nombre. Su distancia es de unos 10 kilómetros, y existe un proyecto para alargarla hacia el norte añadiendo otros 10. Una de las cosas que veo a menudo en ese camino de vistas privilegiadas son jabalíes.
Los jabalíes no están en estas montañas solo porque encuentren cobijo y alimento. También son testigos de lo que acontece en la ciudad. Ahí, perpetrados tras los miles de árboles que limpian Barcelona, disfrutan a través de sus prismáticos particulares de una de las panorámicas más excepcionales. Cada jabalí nos podría explicar historias increíbles sobre las mujeres y hombres que desfilan por el camino mágico. Cada jabalí puede disfrutar como nadie de estos amaneceres únicos, con la ciudad a sus pies, el mar de fondo, y un cielo rojizo digno de las postales que se venden en las Ramblas.
Ay, si los jabalíes hablaran…
Feliz navidad, y si vienes por Barcelona no olvides ponerte los prismáticos del jabalí. Te llevarás el mejor recuerdo. Aquí te dejo mi pequeña colección de fotos a vista de jabalí desde la Carretera de les Aigües.
Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
Tienes arte relatando Cuñao!!!!
me ha gustado mucho «los prismáticos del jabalí»
Las fotos una pasada!!!!
Feliz Navidad
Gracias Moná, me parecía que para Navidad era más adecuado un cuento ilustrado que temas de marca personal. Un abrazo!
Qué suertudo ver cada día esta preciosidad y qué suertudo por tener tanta creatividad e imaginación.
Feliz Navidad para ti y tu familia. Shu
Gracias Susana, tienes el privilegio de vivir entre estas montañas, con los jabalíes y con tipos raros que corren como yo. Felices fiestas para ti y tu familia!