Imagínate que te digo que tienes una personalidad 2.0 muy abierta, constructiva, que eres un líder y alguien que ejerce una gran influencia en los demás. ¿Y en la vida real?
Aquí pueden pasar dos cosas:
- En la vida real eres igual que en las redes sociales
- En la vida real no tienes nada que ver con el mundo 2.0
En el primer caso, mi enhorabuena, eres alguien coherente dentro y fuera de los bits. Defiendes los mismos principios y provocas la misma empatía. Tienes una excelente marca personal. Pero es marca personal a secas, sin el distintivo 2.0. El 2.0 es un medio más, como lo puede ser escribir un libro o aparecer en un programa de radio. Utilizando el método Iceberg de Soymimarca, el 2.o es un conjunto de herramientas que se trabaja al final de un proceso de branding personal, en la fase de visibilidad que solo se trabaja una vez se ha desarrollado una buena estrategia personal.

En el segundo caso, referido a esas personas que transmiten una cosa en el mundo de los átomos y otra muy distinta en el mundo de los bits, nos encontramos ante la figura de una persona impostora, de alguien que finge lo que no es, que utiliza una máscara. Por desgracia, el mercado está lleno de este tipo de personas. Me refiero muy específicamente a los que venden sus servicios de Personal Branding 2.0, centrados al 100% en la proyección de una marca personal en las redes sociales sin más. Sin adentrarse en un proceso de autoconocimiento que permita conocerse mejor uno mismo, que permita conocer a fondo habilidades y competencias, sin entrar en el terreno de la estrategia personal.
La marca personal 2.0 como proceso completo no existe, o en todo caso es un vehículo más de visibilidad, pero nunca un todo. Cuando veas por ahí «Personal Branding 2.0» o «Marca personal 2.0», sospecha lo peor. Posiblemente su mentor sea un especialista en redes sociales, en métricas de internet y en cómo conseguir de forma rápida miles de seguidores en las redes. Un «soufflé», que se deshincha rápido. Es alguien al que no deberías confiar las riendas de tu vida.

Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
De acuerdo contigo Guillem. En la actualidad, con el objeto de captar más clientes o simular estar a la última moda, se habla de la marca 2.0 de un modo excesivamente superficial que lo único que hace es confundir el objetivo y llevar al camino del parecer y no del ser. Un saludo desde Extremadura y desde mi blog https://www.trestalentos.wordpress.com
Bien cierto, Boris. Se confunde el medio con el fin. Lo cierto es que internet y las redes no dejan de ser medios donde podemos comunicarnos y aprender. Gracias por escribir y recuerdos desde Barcelona!
Gracias a ti, Guillem. Esos medios han de transmitir lo que somos en verdad e incluso pueden ayudarnos a mostrarlo con nuevas perspectivas. Ahí puede estar la clave. Un saludo desde Mérida!
Hola me gusta su articulo La marca personal 2.0, y mes gustaría poder hablar con usted.
Saludos,
Xiomara Lázaro