¿La segunda impresión es la que de verdad cuenta? Probablemente, casi todos los coach de imagen estarán en rotundo desacuerdo con este titular. Hoy pongo al día este artículo que publiqué en abril de 2014.
Siempre se habla de la primera impresión, y existen citas que atestiguan su importancia “You never get a second chance to make a first impression” (Nunca tendrás una segunda oportunidad para lograr una primera impresión) frase atribuida a Will Rogers, Oscar Wilde o a Coco Chanel.
En cierta manera puedo estar de acuerdo en que si la primera impresión es pésima se puede abortar un segundo encuentro. Pero no hay que exagerar.
Si uno deja de ser uno mismo para causar una buena primera impresión, estamos eliminando uno de los valores clave de toda marca personal: la autenticidad.
Guillem Recolons
Quizás consigamos una segunda oportunidad, y quizás hasta una tercera, pero a la larga no podremos seguir fingiendo y nos caerá la máscara.
Esta semana se han producido dos “segundos encuentros” en mi entorno laboral que confirman lo que aseguro en el título del post: La segunda impresión es la que de verdad cuenta.
Aquí tienes un vídeo-resumen de un minuto:
Lo puedes escuchar en el episodio 113 del pódcast Todo Deja Marca en iVoox, Apple Podcast, Spotify o Google Podcast.
Entonces, ¿Cuál es la impresión que hay que dejar en el primer encuentro?
Según mi manera de verlo, que no está escrita en ningún libro, en un primer encuentro, ya sea profesional o personal, necesitamos concentrarnos lo máximo posible para ESCUCHAR. Sí, parece sencillo, pero tres cuartas partes de la humanidad no lo hace. Y a menudo yo tampoco. Si somos capaces de entender los mensajes, las motivaciones, los argumentos, las necesidades de la otra parte en un primer encuentro, ya tenemos el segundo encuentro ganado.
También creo que es importante la marca personal que se nos atribuye con anterioridad a la cita. ¿Qué han oído de ti? ¿De qué fuentes? ¿Qué posicionamiento te atribuyen? ¿Con qué valores te asocian? ¿Qué problemas creen que puedes resolver? ¿Hasta qué punto te consideran un referente en tu mercado?. Esa es, my friend, tu marca personal. Y desde luego, y aun a riesgo de ser criticado por enfurecidos 2.0, cuanto más “offline” sean las opiniones sobre uno, mejor. La recomendación de persona a persona es imbatible, no existe hoy una manera mejor.
En ese primer encuentro, tu marca personal será lo que piensen o digan de ti cuando vayas al servicio, unido a lo que hayan investigado previamente (no nos engañemos, todos lo hacemos) y unido a tu actitud y tu interés durante los minutos previos.
Superamos la prueba, pero aun no nos “compran”. Llega el segundo encuentro, la segunda impresión
Este es el momento, hemos sido capaces de escuchar en el primer encuentro, y eso nos ha dado mucha información sobre las soluciones a aportar y sobre el modo de enfocarlas. Aquí entra en juego la empatía: “Yo me pongo en tu lugar y creo que valoraría entrar en ese mercado y salir de aquel”, entra en juego la capacidad de transportar a la persona que tienes delante al escenario que le planteas, que pueda visualizarlo sin problemas.
El segundo encuentro es el de las soluciones, el de las oportunidades, es el que de verdad convence para establecer un vínculo. Aquí nuestra marca personal tiene menos que ver con la del primer encuentro, y añade un factor clave: “Has entendido perfectamente lo que quería”. Esta frase es mágica, y cuando la escuches sabrás que vas por la buena vía. Es posible que todavía necesites un tercer encuentro, y quizás hasta un cuarto, pero ya será para encontrar los matices, los detalles.
Estoy convencido, la segunda impresión es la clave. Sin máscaras, con soluciones, dejando una buena marca. Aquí te dejo cinco puntos que defienden la idea de la segunda impresión:
1 Las personas podemos cambiar de opinión
Aunque, como decía, una primera impresión puede ser importante, no es necesariamente la última palabra en cómo se percibe a alguien. Las personas podemos cambiar de opinión a lo largo del tiempo a medida que conocemos más a la otra persona y observamos su comportamiento.
Incluso si alguien no nos causó una buena impresión en un primer encuentro, todavía tienen la oportunidad de mostrar su verdadero yo y mejorar la percepción que tenemos de ellos.
2 El contexto puede influir en la impresión
Las primeras impresiones no siempre son una indicación precisa de la verdadera naturaleza de alguien. El contexto en el que se produce la primera impresión puede influir significativamente en cómo se percibe a alguien. Por ejemplo, alguien que está nervioso o distraído en un primer encuentro puede no presentarse de la mejor manera, pero en una situación más relajada puede demostrar su verdadero carácter.
3 Las relaciones pueden desarrollarse a través del tiempo
Las relaciones no se construyen en un solo encuentro. Si bien es cierto que una buena primera impresión puede ayudar a establecer una base sólida, las relaciones pueden desarrollarse a través del tiempo y la interacción continua. Con el tiempo, las personas pueden demostrar su verdadera personalidad y establecer una relación sólida basada en la confianza y el respeto mutuo.
4 La segunda impresión puede ser más significativa
Si bien es cierto que la primera impresión puede ser importante, las segundas oportunidades también pueden ser significativas. Si alguien tiene una mala primera impresión de alguien, puede ser más significativo darles una segunda oportunidad para demostrar que son diferentes de lo que inicialmente parecían. Una segunda impresión también puede demostrar una disposición a ser abierto y dar a los demás el beneficio de la duda.
5 La auto-presentación puede mejorarse
Aunque la primera impresión puede ser importante, la auto-presentación es algo que se puede mejorar. Si alguien no está satisfecho con la forma en que se presentó en un primer encuentro, pueden aprender de la experiencia y hacer ajustes en su comportamiento, apariencia y actitud para futuras interacciones. A través de la práctica, la auto-reflexión y el crecimiento personal, pueden mejorar su habilidad para causar una buena segunda impresión en futuros encuentros.
Algunas personas que triunfaron con la segunda impresión
Ni el Coronel Sanders, creador de Kentucky Fried Chicken, ni los actores Morgan Freeman, Judy Dench o Christoph Waltz, ni el político Winston Churchill dieron buenas impresiones.
Los juzgaron apresuradamente. Todos lograron grandes éxitos en sus respectivas carreras profesionales más allá de los 55 años, edad en la que en España te consideran amortizado.
Concluyendo
En conclusión, aunque la expresión «nunca hay una segunda oportunidad para una buena primera impresión» se utiliza comúnmente, no es necesariamente cierta en todos los casos. Las personas pueden cambiar su opinión, el contexto puede influir en la impresión, las relaciones pueden desarrollarse a través del tiempo, la segunda impresión puede ser significativas y la auto-presentación puede mejorarse.
En lugar de depender únicamente de una buena primera impresión, es importante construir relaciones sólidas basadas en la confianza y el respeto mutuo a través de la interacción continua y la auto-mejora.
Creo, sinceramente, que la segunda impresión es la que de verdad cuenta. Y si quieres entender el mecanismo cerebral que lo justifica, te dejo este vídeo educativo de la factoría TED de solo 4 minutos.
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Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
Guillem: Añadiría que hoy en día es muy habitual que el «primer encuentro» y por tanto la primera impresión sea on line, con lo que el segundo, que probablemente sea off line , es el determinante. Des virtualizar contactos es fantástico !!!
Saludos.
Ricard
Totalmente de acuerdo en muchos casos, en aquellos en que la persona tiene un perfil correcto online. Pero eso, Ricard, pasa en un porcentaje pequeño de ocasiones. Mil gracias por escribir!
Completamente de acuerdo.
Lo he vivido en mis ‘carnes’. Me emplazarón a una primera visita por un tema que tenia en mente el ‘potencial’ cliente, que venia de una recomendación ‘offline’. Esa persona se informó sobre mí en el ‘online’. Tenia una idea.
En la segunda visita le dí un vuelco, porque estuve escuchando sus necesidades. El no entendía porque necesitaba un Digital Coach. El quería un SEO y la renovación de su web.
Al final tiene un Digital Coach mas un consultor para su negocio. Sus palabras «eso es lo que necesito Jordi, has dado en el clavo, estaba que era una cosa pero en realidad era otra»
¿Confirmo tus reflexiones?
Saludos
Confirmadas Jordi. Fíjate en el cambio: de un SEO a un consultor de negocio y a un digital coach. De la noche al día. Gracias por escribir!
Entiendo y comparto Guillem que en la segunda impresión tienes la oportunidad de demostrar tu perfil profesional. Sigo pensando que el primer encuentro es el primer filtro. Generas o no generas confianza. Sintonizas o no sintonizas. Hay que ser consciente de ello. Sin fingir. Simplemente dando lo mejor de uno mismo.
Sí, María. Ya comento en el post que sin una impresión decente inicial es difícil pasar a la segunda fase. Pero cada vez más se está produciendo un efecto «burbuja» que encierra mucho overpromise. Ayer, sin ir más lejos, vía a ponentes en el congreso que sobreactuaban, posiblemente siguiendo directrices. No había naturalidad, y eso se acaba notando. Mil gracias por escribir!
Genial el post Guillem. Me he sentido super identificado con lo de la escucha. Es más, estoy convencido que a medida que mejora nuestra escucha, mejora nuestro negocio (si todo lo demás le sigue en paralelo).
Al final las buenas ideas se le ocurren a mis clientes y yo responde lo mejor que puedo y sé.
Un abrazo.
Gracias Álvaro, salir de la casilla de la dichosa primera impresión es superar la superficialidad. Si logramos que nos escuchen y trasladamos nuestras propuestas de valor, llegaremos.
Estoy muy de acuerdo con el artículo. Un saludo..
Gracias Luis, viva la segunda oportunidad!