Es una pregunta que me han hecho muchas veces, que me he hecho muchas veces . Y ahora la lanzo: ¿Debería importarte lo que piensen los demás de ti?
Internet es un lugar en que se puede encontrar de todo. Y entre el todo, últimamente he visto muchos vídeos, infografías, frases, que invitan a ser tú mismo olvidando lo que piensen y digan los demás de ti.
Desde un punto de vista existencial, podría estar de acuerdo: lo que piensen y digan los demás de mí me puede importar un bledo. Pero, ¿qué pasa desde el punto de vista de nuestra marca personal?
Lo que piensen los demás de ti, ¿cómo afecta a tu marca personal?
Si eres un científico, y contra viento y marea has conseguido un logro importante (un Nobel, por ejemplo), lo que piensen o digan de ti puede ser irrelevante. Pero si eres ese mismo científico en los principios de su carrera buscando financiación para un proyecto, la relevancia es alta.
Eso de «vive tu vida al margen de lo que digan de ti» es válido cuando has llegado al zenit de tu carrera, pero no cuando dependes de clientes, inversores, colaboradores, prescriptores, jefes…
No saber lo que tu jefe piensa o dice de ti te pone en desventaja. No saber la impresión que deja tu huella digital a un reclutador mientras buscas trabajo es un punto débil. No saber lo que piensa un cliente, un colaborador, un socio, puede ser letal para tu carrera, y para tu marca personal.
Sin obsesionarse, pedir feedback en su justa medida es un ejercicio saludable
Soy de los que piensa que la definición de Jeff Bezos sobre marca personal «lo que dicen de ti cuando no estás delante» es bastante acertada. Así que si no sabemos eso que dicen, no tendremos un buen diagnóstico de nuestra marca personal. En otras palabras, no sabremos cuál es la marca personal que dejamos.
Pedir feedback a aquellos stakeholders que sean clave para nosotros podría ayudarnos. Y mucho. El personal branding es el proceso de gestión para que nuestra marca personal vaya alineada a nuestros objetivos… y a los de nuestros clientes. Por tanto, conocer su feedback nos permitirá saber si vamos en la buena vía o estamos pendientes de un hilo.
La reputación importa
Ser auténtico no significa ser pasota. Tu puedes tener una marca sustentada en la polémica, como la que tuviera Risto Mejide. La clave es saber si conoces lo que sustenta tu marca y si hay un modelo de negocio detrás.
Si no te importa lo que otros piensen o digan de ti, tampoco te importa tu reputación. Allá tú con eso, ya sabrás en qué momento de tu vida estás. Hasta Donald Trump ha tenido que rectificar para no ver dañada su reputación ¿Debería importarte lo que piensen los demás de ti? Valóralo. Siempre dependerá de quién sean «los demás».
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Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
Breve pero intenso. Muy de acuerdo, siempre depende de quién. La reputación es relevante, especialmente si nos pone en tela de juicio frente a nuestros clientes.
Esa es la clave, Teresa, evitar generalizar sobre algo que debería tratarse particularmente. Gracias por escribir!
Muy bonito todo, pero ya me dirás como pedir feedback sincero, realista y sin sesgos, im-po-si-ble. Para gustos colores y tu imagen y personalidad puede causar una impresión a unos y otra diametralmente diferente a otros, a parte que de los que se presten a ofrecer ese feedback, los habrá que solo buscaran quedar bien y los habrá con mala leche que te dejaran el ego por los suelos.
Hola Josep Miquel, entiendo tu postura, pero hay mecanismos para conseguir una (siempre relativa) sinceridad en el feedback. El primero es lanzando formatos de encuesta anónimos, que no piden el nombre ni mail del participante (Google Forms, Survey Monkey…). El segundo es creando respuestas cerradas (tipo: puntúa del 1 al 5, crees que XXX persona sabe delegar). Y el tercero es cursar la encuesta de feedback a través de una entidad profesional (ejemplo: Somos la empresa XXX especializada en Personal Branding y nuestro cliente XXXX nos solicita una valoración, que será anónima. Rogamos la máxima sinceridad…).
Los resultados seguro que no son perfectos al 100%, pero nos acercan más a la percepción que se tiene de una persona. Mil gracias por escribir!
Hola, Guillem
Quizás sea necesario establecer un punto medio: Primero que nada, no voy a dejar de ser quien soy para satisfacer a nadie, porque eso me haría dejar de ser auténticamente yo, pero tampoco puedo andar por el mundo haciendo lo que me venga en gana sin tomar en cuenta el cómo mis acciones pueden afectar la vida de las personas que están a mi alrededor, incluso el propio valor de la profesión a la que me dedico.
Todo tiene sus matices, como en la vida misma. Creo que es importante tener claro que, por mucho que nos esforcemos no podremos controlar la opinión que los demás se harán de nosotros. Como dice Andrés Pérez: «Las opiniones son como los culos. Cada quien tiene el suyo.»
Muy interesante tu post. Lo comparto, como siempre, con gusto.
Saludos.