Necesitamos feedback, eso parece. Recientemente he finalizado un proceso de consultoría de marca personal con un profesional singular. Lo cierto es que he disfrutado enormemente de este proceso, un caso nada fácil pero con una persona muy abierta, resolutiva e investigadora. Uno de los momentos que me llamó la atención es que, al llegar a las 5 sesiones -el ecuador de la consultoría- recibí un correo electrónico con el feedback de esas sesiones. Un feedback que sabía a gloria, y no porque fuera todo positivo, sino sobre todo por los ángulos de mejora que se atisbaban en el proceso.
Necesitamos feedback, la clave del proceso
Si el feedback (retroalimentación) es tan importante para medir la eficacia de nuestra estrategia y nuestras acciones, ¿por qué casi nunca lo recibimos? Y lo que es peor ¿por qué casi nunca lo pedimos?
El miedo a dar feedback suele aparecer para evitar conflictos
No me gusta lo que has hecho, pero como no quiero pelearme contigo, me lo callo y no vuelvo a contar contigo. Este es el principio del desastre, de la incomunicación, de la ruptura.
Las cosas que no nos decimos
Lo que no nos decimos puede hacernos daño. Cierto, con una persona con la que no hay confianza hay que ir con cuidado, ya que dar feedback se puede convertir en una intromisión del tipo «y a ti, ¿quién te ha dado vela en este entierro? Por eso necesitamos feedback, hay que darlo y recibirlo entre relaciones de confianza.
Errores del feedback
Un viejo post de los amigos de Territorio Creativo enumera 7 errores comunes a la hora de dar feedback:
- Juzgar a los individuos y no a las acciones
- Hablar en nombre de otros
- Utilizar generalizaciones, ambigüedades
- Utilizar mensajes vagos, inconcretos
- Utilizar amenazas o ironías
- Incluir experiencias propias
- Acompañar el feedback de consejos
- No pedir permiso (en este no estoy de acuerdo)
Añado algunos de la especialista Kristi Hedges (Forbes):
- Dorar la píldora. Ir con rodeos, no ir al grano
- Falta de adaptación al receptor del feedback
- Centrarse únicamente en feedback positivo o en negativo
- Luz y taquígrafos: dar feedback en público
Recibir feedback
El otro lado es quien recibe el feedback, cuya actitud será clave para determinar si habrá progreso o frustración y estancamiento. Nuestra marca personal se verá beneficiada del feedback, será la única manera de saber si avanzamos potenciando lo que se percibe como positivo y modificando o eliminando lo que se percibe como mejorable. Sea como sea, necesitamos feedback, darlo y recibirlo.
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Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
Hola Guillem,
¡Me encanta el tema del post!
Yo también soy fan 100% del feedback y aprovecho todas las oportunidades que tengo para solicitar opiniones y recomendaciones. Para evitar esos errores que mencionas hay un método que encuentro muy útil: el método sandwich
https://www.lanuevarutadelempleo.com/Noticias/diselo-con-un-sandwich
¿Lo conoces? En este artículo lo explico desde mi perspectiva. Me encantará conocer tu opinión sobre este método u otras técnicas para dar feedback.
Un abrazo y nos vemos pronto en el Personal Branding Lab Day,
Hola Laia,
Me encanta el método sandwich, es una buena fórmula para el que emite el feedback y para el que lo recibe. Y si es de un buen jamón ibérico de bellota, vamos, ni te cuento…
Quiero preparar una 2ª parte de este post con herramientas para solicitar feedback, y si me das tu OK mencionaré tu método, me parece una idea simple y eficaz.
Nos vemos pronto! U n abrazo!
¡¡Que bien!! Claro que sí, ya tengo ganas de leerlo. Un saludo,
Laia
Así es Guillem Recolons Argenter, cuantas veces necesitamos comunicar o que nos comuniquen alguna cosa para entender hacerlo mejor y cuantas veces nos callamos o no recibimos aquello que tanto necesitamos decir/oír.
¡Cómo cambiarían muchos procesos si así fuera!
Buen post y buena reflexión compañero.
¡Feliz lunes!
Muy interesante y positivo
Gracias
Gracias a ti, Albert. Un placer!
Acabo de “volver a la vida digital” con un post en el que pido comentarios. Y según escribía pensaba en el siguiente post que explicará la importancia que tienen. Compartiéndolo en twitter (después de mucho sin entrar) me ha aparecido “casualmente” este post, que lo explica a la perfección. Me ha encantado. Gracias!
Hola Bárbara! Gracias por tu comentario. Cierto, necesitamos feedback como el pan para saber si vamos por la buena senda. Lo de los comentarios del blog, de todas maneras, cada vez está más difícil. Mis últimos posts, a pesar de haber batido record de visitas a la web, no logran que los comentarios se queden en casa sino que se dispersan por las redes sociales. El feedback es igual de bueno, pero queda diluido en el magma de Internet. Un saludo y suerte con tu vuelta a la vida digital!