No, no te invito a convertirte en anti-sistema, no va por ahí. Simplemente se trata de que nuestra sociedad, históricamente ha sobrevalorado la normalidad.
Somos hijos de la generación de la cautela y la discreción. Hijo, no hagas esto, que no lo hace nadie. Hijo, haz esto, que es lo que hace todo el mundo.
El cuento ha cambiado, y seguirá haciéndolo. Según el informe «Trabajar en 2033» de PwC, «Distinguirse entre la gran multitud será el gran reto de los trabajadores que, por otra parte, exigirán a las empresas un nuevo modelo y de relación laboral que les permita trabajar de manera independiente y para varios empleadores».
La normalidad está sobrevalorada: hoy, si haces lo que hace todo el mundo, no vas a ninguna parte.
Haber cursado un grado y un máster ya no es un elemento de diferenciación. Puede que lo sea de relevancia, has adquirido nuevas competencias, pero tus 200 compañeros de estudios también. ¿Cómo asegurarás que te elijan a ti para un trabajo, y no a los otros 200?
Acumular 10 años de experiencia profesional puede parecer diferencial, pero si miramos a nuestro lado, veremos miles de personas iguales.
En el terreno de valores, ser voluntario de una ONG, aunque interesante tampoco es diferenciador.
Tener un blog es genial, pero muchos profesionales disponen de uno, y actualizado.
¿Dónde puede estar entonces la diferencia?
No se trata de sacar el conejo de la chistera, es tan simple como SUMAR. Me explico: si además de haber estudiado un grado, dominas un idioma extranjero, tienes alguna experiencia profesional, haces voluntariado y tienes un blog, te aseguro que serás una persona única en el mundo.
La clave de todo esto es considerar nuestros valores y rasgos de personalidad como atributos emocionales que, sumados a los racionales, marcan la diferencia. Se trata de ver cuál es nuestra propuesta de valor.
A menudo se considera que la diferencia obedece a factores de imagen (Josef Ajram y sus tatuajes, por ejemplo). Los medios impulsan esa creencia. Pero nada es casual, un tipo como Ajram no es diferente por su aspecto, lo es por defender un modelo diferencial de inversión (trading) y por buscar la superación en todo lo que hace (deporte…).
El profesor Xavier Sala i Martín no es diferente por llevar chaquetas de colores, lo es por explicar la economía mediante símiles muy fáciles de entender para profanos y por ser profesor titular de la universidad de Columbia.
Más allá de lo que esperarías: casos
Esta semana he finalizado un proceso de personal branding apasionante con el Dr. Salvadó. Es alguien que más allá de su excelencia como médico anestesista, consiguió bajar 30 kilos de peso, prepararse hasta completar dos ironman y crear un catálogo de servicios de salud fuera de lo normal en un perfil como el suyo. Beyond Health (más allá de la salud), es la esencia de su proyecto.
Mi admirada Paula Fernández-Ochoa es abogado, especialista en marketing jurídico, en marca personal, y por si fuera poco es una deportista consagrada, cuya cuenta en Instagram @vivircorRiendo la convierte en una profesional excepcional.
La especialista en capital humano y colega Eva Collado Durán es también una experta en marca personal y en redes sociales y transformación digital. Eso la distingue de cualquier directivo, consultor o formador RR.HH, añadiendo el valor de la suma. Y para sumar más, es una conectora emocional nata.
La personal brander Helena Casas es además una captadora de emociones, psicóloga y fotógrafa, experta en marketing digital, cantante… Su visión de la marca personal es 360º, lo que la sitúa en un plano más allá de lo esperable, de la normalidad.
Mi buen amigo y humanista digital, Joan Clotet, es un knowmad en estado puro. Él trabaja en una gran organización, pero es un emprendedor con múltiples proyectos que suman a su marca personal, y también a la de su organización. Desde luego, encontrar knowmad en una organización está fuera de la normalidad.
Resumiendo, y por no frustrar expectativas, no exageremos. No se trata de ser una persona extraordinaria, solo de llevar ADN emprendedor sin importar si tienes un único cliente (profesional por cuenta ajena) o muchos. Y ese ADN viene de la suma de competencias, valores e inquietudes. Dentro de un foco, claro. Es, por decirlo de alguna manera, la marca personal perfecta.
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Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
Que buena lectura tenemos asegurada siempre contigo Guillem.
Gracias por esas frases a modo de slogan que nos regalas siempre.
Gracias por esa definición de ADN y de marca personal perfecta.
Gracias de corazón
Tengo muchas ganas de trabajar en algún proyecto la impulsora de 1 idea brillante, estoy seguro que encontraré un marco fuera de lo normal, extraordinario. Un abrazo, África!
Gracias por este regalo!
Un placer, Pilar!
Gracias por este post clarificador! La diferencia está infravalorada.
Ardit
Gracias a ti por el comentario!
Gracias Guillem por la mención. Mediocridad viene de normalidad. De ser la media! Mejor no ser de la media ;)
La mención ya sabes que es porque rompes la media, Lluís. Gracias por dar ejemplo y gracias por el comentario!
Grandioso su artículo permite analizar desde distintos contextos varias aspectos o puntos mecionados
desde la UPS https://www.ups.edu.ec/ felicitamos su aporte el cual sirve de lectura o trabajo de análisis para muchos estudiantes.
Gracias Andre! Lo mejor que puede suceder cuando escribes es que las ideas que reflejan tus textos sean inspiradoras. Y más aún en un entorno universitario. Un afectuoso saludo.
En la diversidad y diferenciación está la riqueza de las personas, equipos y empresas.
La cuestión es que todavía se valora la “normalidad” en el mundo de la empresa, lo que se desconoce se teme y muchos empleadores/ empresarios cierran las puertas a lo diferente.
Lo hablo desde mi propia experiencia y en muchas ocasiones tienes que “esconder” habilidades y experiencias “atípicas” si quieres pasar la criba.
Eso ocurre especialmente en ciudades medianas o pequeñas; claro está en Madrid, Barcelona, Berlín, Londres por poner algunas esto no ocurre.
Cuando se valore tu capacidad profesional y tu marca personal de la misma manera algo habrá cambiado….de momento no es general.
Lo sé Helena, no es general. Pero hacia ahí vamos, o deberíamos ir. Gracias por tu aportación!