¿Tengo que seguirte en todas las redes sociales?
Vengo observando, muy especialmente en Twitter, una tendencia imparable: cuando te decides a devolver el seguimiento (follow back, en cristiano) a alguien, muy a menudo te envía un mensaje directo (DM) para que le sigas también en Facebook, o en Pinterest o en Instagram o en Badoo.
Veamos, ¿dónde estamos? En Twitter, ¿no?, pues ya te sigo aquí y puedo ver lo que publicas. Si he decidido seguirte es porque creo que con lo que publicas en TWITTER puedes aportar valor. Ya imagino que sabes escribir cosas interesantes con más de 140 caracteres, estoy convencido, pero para eso está la posibilidad de incluir enlaces, fotos, vídeos y lo que quieras en un tuit.
Hace algún tiempo hablé de los automatismos en las redes sociales. Parece que algún gurú del marketing digital dijo en algún momento que cuando alguien te sigue en Twitter lo tienes que machacar con un mensaje robotizado del estilo “te invito a que también me sigas en tal red”. Pues querid@ robot, yo te invito a que no me envíes mensajes directos tan banales, ya que éstos, a mi juicio, están reservados para mensajes importantes, personales, intransferibles. Es como una llamada telefónica ¿llamarías a alguien por teléfono para pedirle que te siga también en Facebook?
Nos estamos spamizando encima
Eso parece. Hay licencia para todo. Si quiero que Obama lea mi último tuit, pues nada, publico el tuit con una foto, etiqueto a Obama y a su señora y me voy a dormir como un imbécil pensando en que lo va a leer el mismo POTUS y FLOTUS (acrónimos de President Of The United States y First Lady Of The United States). ¿Somos realmente tan ingenuos? ¿Nos creemos a un tipo o tipa que nos promete 5.000 seguidores “reales” en Twitter o Instagram por 10€?
Las redes sociales son diferentes, en públicos, expectativas y mensajes
Si quieres tener tu cuenta de Linkedin vinculada a tu cuenta de Facebook, de Twitter y de Instagram, pues oye, tú mism@, yo no te lo voy a prohibir, ni siquiera a desaconsejar. Pero valdría la pena que te miraras uno de los 100.000 artículos que circulan por internet que nos hablan de las grandes diferencias entre los perfiles de una red social y la otra. Te recomiendo este, muy clarito. Por eso cuando te sigo en Twitter es porque me gusta saber lo que publicas en Twitter. Si no eres capaz de expresar tus ideas, tus propuestas de valor, dentro de 140 caracteres es que no deberías estar en Twitter; hay redes como Facebook que te permiten publicar el texto completo de “Guerra y Paz”. Así que por favor, además de rogarte encarecidamente que no me invites a jugar al Candy Crush también te ruego que no me envíes mensajes directos si no es algo realmente importante y personal. Gracias de corazón.
Imagen: Freepik
Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
Tienes mucha razón Guillem, a mi me resulta muy molesto. Parece mentira que gente que se esté dedicando al marketing online de forma profesional siga utilizando estos métodos. ¿Tanto cuesta, si se quiere, escribirle a la «persona» y comunicarse con ella? Con lo fácil que lo ha puesto Twitter ahora… La gente sigue olvidando que detrás de cada perfil social hay una persona.
Cierto Enrique, parece inapropiado que en una cultura que quiere primar los valores y la humanización de los perfiles algunos insistan en robotizarlo todo…
Gracias por escribir!