Hace poco pude leer un artículo muy interesante, redactado por Daniel Romero-Abreu y publicado desde Fundacom.lat. Se titula Más allá de la marca personal: el posicionamiento personal y recomiendo encarecidamente su lectura, de la cual extraigo algunas partes en este post.
Ante todo quiero constatar que Daniel es una autoridad en la materia, presidente fundador de Thinking Heads. Ha creado una metodología que trasciende, según sus palabras, la gestión de la marca personal. Se trata de la Personal Positioning Strategy (PPS), y la define como «un sistema único de gestión de la propia marca personal de un individuo y que toma como eje de actuación —frente a los modelos tradicionales basados en la imagen— el conocimiento que el personaje es capaz de generar».
En el artículo de referencia, Romero-Abreu asegura «…Proliferan los vendedores de Marca Personal como vendedores del bálsamo de Fierabrás en tiempos de El Quijote. Sin embargo, la compra de la creación de una marca que te dé resplandor no es el remedio mágico a nuestros males». También afirma que «…la marca (personal) debe ser la consecuencia de lo que uno es o vale profesionalmente, y no al revés». El estilo se impone a la sustancia.
Debo confesar que lo que está sucediendo con el término marca personal es lo más parecido a una adulteración, a la creación de un sucedáneo. Primero porque la confusión entre personal branding (gestión consciente de tu estrategia personal) y marca personal (el resultado) es común en muchos foros. Pero en segundo lugar parece que toda la parte de sustancia (fondo) queda reducida a la mínima expresión, quedando al servicio de la forma.
Las confusiones
Me imagino a un ser que llega de otro planeta aterriza en el mundo, y por sus propios medios trata de averiguar de qué trata esto del personal branding y marca personal.
Se encontraría con una definición muy confusa en la Wikipedia: Arranca así: «La marca personal, en inglés personal branding, es un concepto de desarrollo personal consistente en considerar a determinadas personas como una marca.» Ya me parece terribe que se traduzca marca personal como personal branding, cuando debería ser personal brand. Pero también que nos consideren, sin más, como marcas.
Y eso no es todo. Ese ser llegado de otro mundo encontraría más elementos de confusión, como verás en el experimento siguiente.
El experimento
Llevo un tiempo con un experimento de observación sobre la terminología alrededor de la marca personal. Lo llevo a cabo desde varias plataformas digitales, como blogs, redes como Instagram, Pinterest, Linkedin y Twitter. Sobre todo, lo centro en el seguimiento de hashtags como #marcapersonal y #personalbranding.
Normalmente sigo vía Feedly a un número limitado de profesionales de los que aprendo y a los que respeto. En este caso, me he dejado llevar por la corriente, sin pretender ser selectivo. No, no pretendo publicar ningún libro blanco con los resultados del experimento, pero sí me está sirviendo para ratificar la posición de Daniel Romero-Abreu.
Estas son algunos de los elementos asociados:
- Parece que esto va de famosos, de gente guapa.
- Se sostiene abiertamente que «marca es estilo».
- En redes muy gráficas como Pinterest o Instagram, las frases de motivación personal copan el término.
- En Google Alerts, el récord deportivo y la marca personal van de la mano.
- Conseguir más seguidores en las redes sociales parece ser la Meca de la marca personal.
- Los colores que eliges en tu vestuario son más importantes que tu forma de pensar y actuar.
- El posicionamiento de marca es el lugar que ocupas en Google, no en la mente de los demás.
- La marca personal solo existe en medios digitales. Por la calle no dejamos ninguna marca.
- La palabra «ingresos pasivos» se vincula a menudo con la marca personal.
- Y así podría seguir…

Lo que no se asocia a la marca personal ni al personal branding
Me ha costado mucho, fuera de los círculos íntimos que sigo, encontrar asociaciones de marca personal o personal branding con:
- Valor
- Aportación de valor
- Estrategia personal
- Propuesta de valor
- Purpose o propósito
- Valores
Podría concluir que se confunde a menudo la gestión de marca personal (personal branding) con el marketing personal, con los elementos que hacen a la persona más visible.
No hace mucho, mi buen amigo y mentor Andrés Pérez Ortega, en su post La esclavitud de los números, refería a que muchas de las personas que defendemos una idea estratégica del branding personal no aparecemos en las búsquedas de marca personal. El motivo es que quienes dominan las primeras páginas son quienes dominan el SEO. Lo cual hace cuestionar, en la opinión de Andrés -que comparto-, la idoneidad de Google como herramienta «seria» de búsqueda.
La paradoja de la marca personal
Hace un tiempo publiqué el post ¿Un profesor de marca personal sin marca personal? Hacía referencia a que a veces, quienes hablan de todo esto se han basado en esas evidencias efímeras, sin investigar a fondo. Seguramente, sin haber leído libros como Expertología, sin haber leído a Edward de Bono, a Al Ries y Jack Trout, a Ivan Díaz . La paradoja de la marca personal es que nos hemos de preocupar tanto del valor que aportamos (el fondo) como de «lo guapos» que estamos en Google.
Nuestro ser de otro mundo tendrá que investigar mucho para entender que la marca personal no es solo la imagen que proyectamos, que esto, al final, gira en torno al valor.
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Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
Hola Guillem, Estoy muy de acuerdo contigo.
En repetidas ocasiones me encuentro con clientes potenciales que al contactar conmigo para que les acompañe en el proceso del personal branding, están confundidos. Creen que deben «crearse» una marca personal para que la gente piense de ellos algo que en un principio no son. Personalmente cuando escucho «crear una marca personal» ya me cogen todos los males.
Comparto contigo que en general se habla de «marca personal» únicamente como el resultado de una mera estrategia de marketing para lograr un objetivo y falta entender que debe existir un proceso de autoevaluación anterior para descifrar qué es aquello que nos hace únicos y empleables, pero siempre con coherencia entre lo que somos y podemos aportar y lo que queremos mostrar de nosotros mismos.
Un saludo y gracias por tus posts. Es imposible no aprender nada de cada uno de ellos.
Apreciada Carola, parece que los que nos dedicamos a esto no hemos sabido explicar bien el proceso. La contaminación llegada desde algunos sectores es terrible. Separar el grano de la paja es un trabajo cada vez más complejo. Pero no nos rendiremos. Gracias por tu feedback y por tu parte de «evangelización». Un saludo!
Guillem
Todo esto tenemos que verlo dentro de un contexto organizacional en el que algunas grandes corporaciones todavía parecen regirse por el lema de Milton Friedman (‘el propósito de un negocio es obtener el máximo ROI possible’) y que por lo tanto es antitético con las mejores propuestas de aportación de valores de marca personal (como demuestran las relativamente recientes crisis de BP en el Golfo de México o de Volkswagen y su Dieselgate).
Cuando los/as nuevos/as CEOs y DIRCOMs tengan cada vez más Másters en Responsabilidad Social Corporativa en vez de MBAs iremos viendo progresivamente un mundo corporativo en el que la marca personal como propuesta de valor puede florece en la cultura organizativa cada vez menos autocrática. Esperemos que así sea.
El lado bueno a todo esto es que cada vez más las nuevas generaciones se rigen por ética y valores y menos por simples competencias o por lucro. Creo que, como sospechas, es necesaria la jubilación de muchos de nuestros actuales directivos para dar paso a personas que crean en el propósito, más allá del dinero o la creación de riqueza. Gracias por comentar, Óscar!
Interesante post Guillem, ya lo había visto por la red varias veces pero solo hoy he podido entrar a leerlo y interesante el experimento y conclusiones que nos aportas. Yo soy de los que me gustan los experimentos pues al final es donde realmente veo datos reales, y a partir de ahí sacar conclusiones, así que doy la enhorabuena por ello. Un abrazo y a seguir que lo haces muy bien defendiendo la propuesta de valor ;)
Gracias Claudio, te pongo como ejemplo de aportación de valor. Muchos de tus lectores -entre los que me incluyo- han mejorado sus conocimientos tras leer tus artículos o ver tus conferencias. Y lo que es mejor, los han aplicado. Un abrazo grande, amigos, entre todos sumamos!