Parece que el capitalismo SXX todavía campa a sus anchas por el mundo y está convirtiéndose en un serio obstáculo para la revolución de las personas, el propósito y los valores.
No hace ni una semana que en este mismo espacio ponía como ejemplo de líder humanista a Emmanuel Faber, con un vídeo magnífico en que expresaba su propósito. Me gustaba Faber porque fue capaz, como CEO de Danone, de convencer a su consejo para incorporar ese propósito -la justicia social y sostenibilidad- con todas sus consecuencias en la organización.
Pero cuál fue mi sorpresa cuando mi amigo Carles Lombarte me comentó que Faber ya es ex-CEO de la compañía.
Si tienes poco tiempo, te lo resumo en dos minutos:
¿Es la sostenibilidad del planeta incompatible con el capitalismo?
Según leo en El País “Los fondos Artisan Partners y Bluebell Capital fueron los impulsores de la destitución del presidente y director general”. Se me da mal deducir, pero ¿no te viene a la mente que los fondos de inversión dominan el mundo?
Es algo curioso, mientras más avanza la inteligencia emocional, la bioética, el desarrollo personal en base a competencias blandas, la democratización de la sociedad digital… más tengo la sensación de que las normas del viejo capitalismo de Friedman (ya sabes, ese que pregona que “la responsabilidad social de la empresa es aumentar los beneficios”) sigue vigente entre nosotros.
Parece que las ideas de Peter Drucker y las del propio Faber chocan con una moral basada en el enriquecimiento de pocos a costa del empobrecimiento de muchos. Y eso me hace pensar que la sostenibilidad quizás no sea compatible con el actual modelo económico imperante, ese -si me permites llamarlo así- “capitalismo inconsciente” o “capitalismo depredador”.
El cortoplacismo es parte del origen del capitalismo inconsciente
Los fondos de inversión dominan el mundo, de eso no hay duda. Mira este gráfico sobre los 10 fondos “tradicionales” de mayor volumen del mundo.
Posición | Fondos de inversión tradicionales | Cifra de negocio 2020 |
1 | BlackRock | 6,7 billones de euros |
2 | Vanguard AM | 5,6 billones de euros |
3 | Fidelity Investments | 2,8 billones de euros |
4 | State Street Global Advisors | 2,7 billones de euros |
5 | J.P. Morgan AM | 1,8 billones de euros |
6 | Capital Group | 1,8 billones de euros |
7 | PIMCO | 1,7 billones de euros |
8 | BNY Mellon Investment Mangement | 1,7 billones de euros |
9 | Amundi | 1,6 billones de euros |
10 | Goldman Sachs AM | 1,5 billones de euros |
Las cifras son espeluznantes. Pensemos que BlackRock y Vanguard AM suman una cifra mayor que el PIB de la zona Euro, y que los 4 primeros superan el PIB de EE.UU.
Desde luego, existen fondos éticos y solidarios, pero el mayor fondo independiente en este campo, Robeco SAM Water B, apenas tiene una cifra de negocio de 8.000 millones de euros, insignificante en el mercado.
Una de las particularidades de los fondos “tradicionales” es que buscan el beneficio a corto, deben ganar cada año más dinero para sus inversores. Es posible que estés leyendo esto y que no seas consciente de una inversión que tienes en el banco quizás esté entre los fondos del “capitalismo inconsciente”.
El mundo necesita más liderazgo humanista, no todo vale
Emmanuel Faber provenía de un banco de inversiones cuando Danone le contrató. Y le contrataron porque acumulaba gestión financiera y propósito, trasladado como sostenibilidad y justicia social.
Pensemos que la industria alimentaria representa entre el 19% y el 29% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Su regeneración implicaría un gran impacto -como es el caso de otros sectores de actividad como el transporte, la energía o la moda- para asegurarnos a todos una calidad de vida digna en los próximos años.
Según Sandra Pina, de El Economista, “ahí era donde estaba Faber, un visionario que, sin duda, abogaba por un activismo propio de personas que dejan un legado, que no es el caso de cualquier CEO, solamente por tener ese título. El liderazgo de Faber, nos gustase o no, era indiscutible, y como un verdadero líder estuvo dispuesto a jugársela por sus convicciones. El liderazgo transformacional que se requiere en los tiempos que corren tiene sin duda mucho que ver con esto.”
¿Qué ha pasado entonces? Pues que los fondos vieron que algunas empresas competidoras de Danone como Unilever o Nestlé acumulaban crecimientos superiores a Danone, y para los fondos “eso no es sostenible”. Aquí ya ves que la palabra “sostenibilidad” tiene un sentido distinto según del lado que se mire.
Entendámonos, no es que Danone perdiera dinero con Faber, sino que sus cifras de crecimiento no eran similares o mayores que las de su competencia.
Emprender una transformación como la de Faber en una empresa con 100.000 empleados y presente en más de 120 países no es algo que se haga de la noche a la mañana. El liderazgo consciente, humanista no es un plan a dos años. Es algo que implica una transformación profunda del modelo de negocio, con vistas a la sostenibilidad medioambiental, la persona en el centro y los valores como puntos de paso.
¿Y para cuándo el Capitalismo Consciente?
El capitalismo inconsciente existe, está visto. Afortunadamente hay empresas que están transformando organizaciones hacia el modelo consciente. Hace pocas semanas entrevisté a Alejandra Bara, Area Manager de Roots for Sustainability, una consultora que está tratando de poner a algunas de nuestras mejores empresas en el S.XXI.
No nos falta literatura, ni teoría, ni especialistas de la economía circular. Falta acción, aplicación, implementación. Sin miedo, con más personas como Faber y menos como los gestores de los fondos depredadores que acabaron con su mandato.
Como antídoto al capitalismo inconsciente, me encantó la lectura de “Capitalismo Consciente” de John Mackey y Raj Sisoda (Empresa Activa, 2016). La tabla en que compara la RSC (Responsabilidad Social Corporativa) con el Capitalismo Consciente es como comparar el liderazgo SXX (aún imperante en muchas de las grandes corporaciones) con el liderazgo SXXI.
Esta tabla del libro resume bien las diferencias de concepto:
Capitalismo Consciente / John Mackey & Raj Sisoda (Empresa Activa, 2016) | |
Tabla 2-1 En qué se diferencia el Capitalismo consciente de la RSC | |
Responsabilidad Social Corporativa | Capitalismo Consciente |
Los implicados en la empresa deben sacrificarse por la sociedad | Integra los intereses de todos los implicados |
Es independiente de la cultura o el propósito de la corporación | Incorpora un propósito superior y una cultura solidaria |
Suma una carga ética a los objetivos empresariales | Aúna la solidaridad y el beneficio gracias a convergencias profundas |
Refleja una visión mecanicista de la empresa | Considera que la empresa es un sistema complejo adaptativo |
A menudo se injerta en el modelo empresarial, como un departamento separado, o que forma parte de las relaciones públicas | La responsabilidad social está en la base de la empresa gracias al propósito superior y a que considera que la comunidad y el medio ambiente son agentes clave |
Considera que existe un solapamiento limitado entre las empresas y la sociedad, y en entre las empresas y el planeta | Considera que la empresa es un subconjunto de la sociedad y que sociedad es un subconjunto del planeta |
Fácilmente asimilable a una obra caritativa; frecuentemente considerado como marketing verde engañoso | Requiere una transformación verdadera a partir del compromiso con los 4 principios: propósito, integración de todos los agentes implicados, liderazgo consciente y culturas conscientes |
Da por descontado que todas las buenas acciones son deseables | Requiere que las buenas acciones contribuyan al propósito de la empresa y a la creación de valor para el sistema en conjunto |
Las implicaciones para el rendimiento empresarial no están claras | Mejora significativamente el rendimiento, tanto económico como en otros aspectos de las empresas tradicionales |
Es compatible con un liderazgo tradicional | Requiere un liderazgo consciente |
Yo diría que si al liderazgo consciente le integramos el liderazgo humanista de Peter Drucker, tendríamos el ideal de empresa del futuro.
Quiero hacer constar que no soy en absoluto anticapitalista, sencillamente creo que al capitalismo que conocimos SXX le quedan pocos días. Y, como he tratado largo y tendido en este blog, los directivos sin visión ni misión, sin propósito y un plan de acción para cumplirlo, harían bien en retirarse y dejar paso a quienes verdaderamente quieran hacer de este mundo un lugar mejor para vivir. Con eso, el capitalismo inconsciente será historia.
Agradezco a tres personas que me introdujeron en la idea del capitalismo consciente y la ética empresarial, Pablo Engelmann, co-fundador de Capitalismo Consciente en España, Laura Gutiérrez y la ya mencionada Alejandra Bara, de R4S.
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Aquí tienes el podcast. Lo puedes escuchar en iVoox, Spotify, Apple Podcast y Google Podcast.

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Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
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