El diario «El País» ya daba cuenta en noviembre de 2009 del fenómeno del «augmented reality«. En una definición de wikipedia, la realidad aumentada (AR) es el término que se usa para definir una visión directa o indirecta de un entorno físico del mundo real, cuyos elementos se combinan con elementos virtuales para la creación de una realidad mixta a tiempo real. Consiste en un conjunto de dispositivos que añaden información virtual a la información física ya existente. Esta es la principal diferencia con la realidad virtual, puesto que no sustituye la realidad física, sino que sobreimprime los datos informáticos al mundo real.
Aunque la realidad aumentada tiene múltiples aplicaciones, nos centraremos en una que afecta de forma muy directa a la marca personal: La compañía sueca TAT ha desarrollado un software de AR que permite grabar un vídeo de alguien y la aplicación te muestra los datos de esta persona disponibles en Internet. Alguien puede pensar que esto rompe con la privacidad, pero imaginaros lo que pagaría Facebook y otras redes sociales por una aplicación como esta.
¿No os lo creéis? Echad un vistazo a este vídeo:
[youtube=https://www.youtube.com/watch?v=tb0pMeg1UN0&fs=1&hl=en_US]

Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
Con la cámara de un móvil con GPS, podemos apuntar a cualquier edificio y obtener la informacion de pisos en venta o alquiler
Y pasar por el escaparate de una tienda cerrada y ver cómo nos quedan 30 corbatas, 35 relojes, o dos docenas de gafas.
Parece ciencia ficción.
Y probarte virtualmente artículos de lujo como joyas sin sacarlos de las vitrinas, aún con la tienda abierta, o elegir un corte de pelo viendo antes el efecto, las posibilidades son muchas…
Espero que se utilicen bien y no quede en una cosa simpática. El que los primeros pasos se hayan dado en la industria del videojuego le quita un poco de seriedad y hay gente que lo confunde con un juego.
Creo que es la clase de tecnología que tiene tantas posibilidades que solo después de un tiempo las iremos explotando mínimamente, como pasa con las aplicaciones «en la nube».
Un saludo,
Celestino Martínez.
Llevas razón Celestino, parece que el videojuego banaliza el sinfín de aplicaciones de la AR. Yo veo un potencial brutal para el campo de la publicidad, en que cada vez se busca más la implicación directa y personal con el posible consumidor.
Gracias por escribir
GR