Este fin de semana he tenido la suerte de conocer al Señor de Los Abrazos. Siempre que conoces a nuevas personas te llevas una primera impresión que puede ser errónea si no profundizas un poco. Lo cierto es que cada vez valoro más la segunda impresión. Será que me hago mayor, pero hay muchas técnicas para dar una buena impresión y muy pocas para dar una buena impresión permanente.
Conocía a Guillermo, mi tocayo, en el mundo virtual. No pasa desapercibido, es de los pocos empresarios que sabe como utilizar correctamente Internet para generar relaciones de valor. Sabe gestionar muy bien su marca personal, entendiendo que el secreto del éxito es lo que ganan los demás al contratar sus servicios o al adquirir los productos que ha creado.
Pero debo reconocer que la impresión inicial que tenía de Guillermo no era ni buena ni mala. Me parecía uno más. Y recogiendo la frase de Andrés Pérez Ortega, si eres uno más, serás uno menos.
El poder de la segunda impresión
Este fin de semana he tenido la fortuna de tener a Guillermo como asistente a un curso de marca personal. Y digo fortuna porque he podido conocer su verdadera marca, su impresión permanente. El contexto ha sido el taller Ponte en Valor que hemos impartido Fran Segarra, Eva Collado y yo en Madrid. Debo reconocerlo, ha sido una experiencia maravillosa, y los protagonistas han sido los asistentes, personas hambrientas de conocimientos pero también de emociones.
Mis compañeros y yo sabíamos que sería un taller especial. A poco de empezar, las presentaciones personales de los asistentes nos impresionaron. No eran currículum impersonales y fríos. Eran auténticos relatos con lo aprendido, y sobre todo con lo vivido. Hablaré de los demás asistentes en otro post, pero aquí me centraré en Guillermo y su potente relato.
¿Quién es Guillermo?

Venezolano, 45, casado y con dos hijos pequeños, Guillermo Rodríguez Borges tuvo el valor de decirle a su suegro que se trasladaría a vivir con su esposa a España, y así lo hizo en 2005. Farmacéutico de profesión, ha trabajado en distintas posiciones tanto en su Venezuela natal como en España. Visitador médico para empresas importantes, como Novartis, Lily,… Responsable de marketing farmacéutico, de ventas, farmacéutico adjunto….
El mundo se derrumba… o no
En 2008 le detectan una Leucemia Promielocítica Aguda. Guillermo afirma que todos nacemos con 2 pasaportes: el de la salud y el de la no salud, no sabemos cuándo tendremos que utilizarlos. Lejos de derrumbarse, se enfrentó a la enfermedad con una terapia infalible. Él la llama optimismo crónico. En dos años estaba curado y con energías renovadas para iniciar un cambio.
Optimismo crónico
Esta variedad de optimismo podría tener su espejo en la resiliencia, esa capacidad que tienen los seres vivos (sí, las plantas y los animales también) de levantarse una y otra vez ante las adversidades. Este deportista completó la maratón de NY y poco después la de Tokio. ¿Lo hizo como reto de auto-superación? Sí, pero también con causa altruista para ayudar a niños con problemas de corazón desde la Fundación Menudos Corazones.
Pero hay más. Se dio cuenta de que los pacientes oncológicos sufrían problemas agudos en la piel a causa de los tratamientos. Y así decidió emprender y crear Galenika Cosmétics, una empresa con la que comparte visión: mejorar la vida de los pacientes con cáncer.
El Señor de los abrazos
La anécdota del curso, protagonizada por el optimista crónico, es que en plena exposición de Eva el televisor donde proyectábamos la presentación se avería y la mitad queda oscura. Guillermo, en ese momento, nos dice: “es momento de abrazarnos”, y se levanta y empieza a abrazar a todos. El movimiento se contagia y se convierte en una sinfonía de abrazos. La casualidad (o la magia del momento) quiere que el televisor recupere su imagen. Momentazo inolvidable, momento de marca que demuestra que el optimismo crónico existe.
Puñetera primera impresión
En homenaje a Guillermo, trataré con todas mis fuerzas de no dejarme llevar más por la banalidad efímera de la primera impresión. Hay que llegar al fondo de la cuestión. No lo dudo, siempre recordaré al señor de los abrazos porque ahora le voy a seguir de cerca como un admirador sincero.
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Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
Apreciado Guillem !
Hoy es uno de esos días en que tienes y debes retomar momentos pasados que te inspiren y te devuelvan a la senda reforzado. Por eso he vuelto por aquí, tu casa digital y me encuentro sin comentarios en este gran post y dije hay que remediar esta falta de comentarios. Es grande el post por todo lo que allí expresas que ayuda e inspira a muchas personas, yo incluido.
Gracias una vez más por tus enseñanzas y por seguir aportando tanto valor a la vida, a la red.
Seguimos… corriendo !!!!
Hola tocayo, ya sabes que últimamente los comentarios surgen más en las redes sociales que en los propios blogs, y este post generó toneladas de comentarios. Gracias por escribir, Un abrazo y… seguimos corriendo!