Todavía me tiemblan las piernas por la increíble reseña del libro Everybody lies de Seth Stephens-Davidowitz (Harper Collins) publicada en la revista Yorokobu por Marcus Hurst bajo el título «Google: El gran confesionario de la humanidad». Una lectura que te recomiendo, empieza por el artículo y luego si te animas, ve a por el libro.
Stephens-Davidowitz ha preferido fiarse del big data de Google y elegir esos datos. Y contrastarlos con lo que las personas declaramos. Y, claro, descubrir que mentimos más que hablamos.
La demoscopia está en horas bajas
Si antes las mentiras se aplicaban al tamaño de las cosas (pesca, sexo, títulos, logros), parece que ahora aplican también a lo que está más relacionado con nuestros valores y creencias: mentimos en lo que vamos a votar, mentimos con los likes de las redes sociales, y lo peor: nos mentimos a nosotros mismos.
Los sociólogos buscan nuevas formas de medir a través de la investigación y la demoscopia. Mentimos demasiado, y cualquier predicción que no esté basada en datos reales se aleja mucho de la realidad.
El big data descubre nuestras miserias y retrata la condición humana.
- La realidad contrastada con fabricantes y con el big data: Las ventas anuales de preservativos en EE.UU son de 600 millones de unidades.
- Las mujeres estadounidenses declaran practicar sexo 55 veces al año, lo que supondría unas ventas de 1.100 millones de preservativos. La diferencia es de 500 millones de unidades.
- Los hombres heterosexuales estadounidenses declaran un equivalente a 1.600 millones de unidades vendidas al año. El gap es de 1.000 millones.
En este ejemplo, la cuestión es ¿A quién deben hacer caso los fabricantes? ¿a sus propias investigaciones? Ya no. Porque mentimos. Para eso está el big data, el análisis de los datos históricos de ventas…
El coste de la autenticidad
No hace mucho me refería a este punto en el post ¿Solo proyectamos lo mejor de nuestra marca personal?
Lo opuesto a mentir, en personal branding, es ser una persona auténtica. Y eso, aunque recomendable, es más difícil de lo que parece y tiene sus costes. ¿A cuántas personas que han sido despedidas de una empresa y lo han reconocido y publicado conoces? ¿A cuántos estudiantes que han abandonado el primer curso en la universidad conoces? ¿y cuántos lo han confesado? ¿a cuantos empresarios conoces que hayan cerrado su empresa antes de cumplir 7 años? ¿y cuántos de ellos lo explican? ¿y cuantos se atribuyen la responsabilidad?
Internet es el gran cubo de basura y espejo de lo que realmente hacemos
Curiosamente no somos capaces de decir la verdad a un entrevistador o a un empresario o a una empresa de seguros. Pero dejamos huellas suficientes en la red para que todos puedan comprobar que hemos mentido.
Hemos convertido a internet el un escaparate de lo que queremos ser, pero no siempre de lo que somos. Tuve un profesor de gimnasia que siempre repetía «la verdad os salvará», pero en vez de eso estamos aplicando otro principio «nuestra verdad se impondrá». Y no es así. Las huellas que dejamos son tan potentes como las que no dejamos, y a menudo muestran más nuestro YO deseado que nuestro YO real.
¿Cómo actuar entonces?
No conozco una receta. Al final la cuestión es simple: si tienes que hacer un viaje largo con alguien que te haya impresionado, ese el el momento de la verdad. Personas a las que creía amigos fueron desenmascaradas en este tipo de experiencias. No dejemos que la apariencia se imponga. Dejémonos ver como somos, la recompensa suele ser buena.
Eso sí, a los profesionales de la demoscopia les aconsejo llegar urgentemente a un acuerdo con Google. Hoy es más fiable ver la repercusión de un programa de radio o TV en las redes sociales que en los estudios de medios.
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Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
? Dejémonos ver como somos, la recompensa suele ser buena‼️ ??
Otra excelente aportación de Guillem.
Muchas Gracias Guillén y buen Verano
Mil gracias a ti Carlos por el feedback! Un abrazo!