Pues es así: tu gente es tu marca. Y te lo dice un publicitario colegiado. Los datos no engañan: Solo un 33% de consumidores confían en las marcas. Por contra, un 90% de los mismos consumidores confía en las recomendaciones de personas afines (fuente: Nielsen).
Si solo tienes un minuto, en este vídeo te hago un resumen:
La era Mad Men ha terminado
Muchos me preguntan si las agencias eran así, como en la ficción de Don Draper en Mad Men. Las agencias de publicidad fueron muy importantes durante esa época y hasta finales de los 80. La razón es que eran proveedoras no solo de creatividad, sino de investigación, de marketing (muchas empresas no tenían entonces ese departamento), de planificación estratégica, de compra de medios… Vamos, nada que ver con lo que son ahora, básicamente “boutiques” de estrategia y creatividad.
Pero ahora la publicidad es algo que nuestros millennials esquivan con maestría. Utilizan AD blockers, no ven TV convencional, pocos escuchan la radio y consumen básicamente Internet sin barreras. Más info en el estudio SmartMe Analytics de IAB Spain.
Así es, la era Mad Men ha terminado. Ahora las agencias buscan fórmulas alternativas al anuncio tradicional, a eso que interrumpe lo que queremos ver, leer o escuchar.
Personas confían en Personas. Si te parece lógico, ¿por qué no lo aplicas?
El estudio Edelman Trust confirma año tras año que nuestras máximas fuentes de confianza son personas como nosotros, expertos técnicos de empresas y expertos académicos.
Entonces, ¿por qué muchas empresas insisten en “taladrarnos” con publicidad a la vieja usanza, con testimonios inverosímiles (supongo que no pensarás que Rafa Nadal conduce un Kia), con mensajes insoportables insertados en los vídeos de YouTube, con newsletters largas y aburridas, con blogs corporativos que no van firmados y no admiten comentarios, con los mismos valores corporativos falsos ideados por una gran consultora…?
¿Tan difícil resulta humanizar nuestra relación con el mercado? El mercado, recogiendo el Cluetrain Manifesto, se compone de seres humanos, no de sectores demográficos. Y las empresas se componen de personas. Blanco y en botella… leche o mejor: Tu gente es tu marca.

La clave es dar poder a tu gente, esa es la fuerza de una marca, de una empresa
Hay muchas empresas que se dedican a crear aplicaciones para que los empleados compartan contenido corporativo en sus redes personas. Se trata de un buen negocio. Pero eso no trata de pedir a tu gente que comparta contenidos. Un programa como Dios manda de embajadores de marca internos (employee advocacy) requiere empoderar (no sabes cómo odio esta palabra) a los profesionales de la casa.
Si a mí en una empresa me piden que comparta contenidos creados por alguien sin nombre, ¿por qué debo hacerlo? ¿qué salgo ganando?
Muchos empresarios tienen miedo. “Si empodero a mi gente, me quitarán a mis mejores profesionales” dicen. Ya. Y si no los empoderas, se quedarán contigo para siempre. No hay opción, no se trata solo de conseguir que los empleados amplifiquen el mensaje de la marca. Se trata de darles herramientas para entender el propósito y los valores, para hacerlos suyos, para gestionar su marca personal, para colaborar en los contenidos que crea cada marca,… No lo olvides: Tu gente es tu marca.
Tu gente es tu marca. Te toca mover ficha
En este partido, si no ganan todos no gana nadie. No se puede pedir sin dar.
Si quieres saber más sobre cómo llevar a buen término un programa de embajadores de marca internos, te invito a suscribirte a este blog y de regalo te llevas un ebook que lo explica de arriba a abajo. Que pases una feliz semana.
Me suscribo a este blog y tras confirmar la suscripción vía correo electrónico recibiré inmediatamente la descarga gratuita del ebook “Employee Advocacy: El poder de los embajadores de marca de la casa”.
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Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
Hola Guillem,
Si la empresa cuida a su gente y le transmite que son su riqueza y know how, que son personas, estas serán sus embajadores.
Pretender convertir a tus empleados en embajadores porque yo lo valgo (la marca) no funciona y menos si son millenials. Cuida a tu «tesoro» y serán tus mejores aliados.
Gracias Guillem por tus reflexiones.
Saludos
Sabia reflexión, Cristina! El «porque yo lo valgo» dicho por la marca ya no vale. Gracias por escribir! Saludos!