Tus redes sociales son tuyas. Pensarás “este se ha vuelto loco, ¿de quién van a ser?”
Lo cierto es que de un tiempo a esta parte estoy viendo cómo muchas personas creen que sus redes personales pertenecen a la organización para la que trabajan. Y no es así. En absoluto.
Tus redes sociales son tuyas. O mejor dicho, son personales
Bueno, exactamente tuyas no son. Son de Zuckerberg (Facebook, Whatsapp, Instagram). Son de Bill Gates / Microsoft (Linkedin). Son de Jack Dorsey (Twitter). Son de los chicos de Google (YouTube)… Así que en honor a la verdad, tus redes sociales son personales, aunque no sean estrictamente tuyas.
Digamos que sus propietarios te alquilan su espacio a cambio de algo muy valioso: tus datos, tus contenidos y el análisis de tu comportamiento (engagement).
Si tus redes sociales son personales, son tu tesoro
Parafraseando a Gollum, mi red social personal “es mi tesoro”. Y por ello es importante mantener esa privacidad desde que la creas hasta que la cierras. Para ello, piensa en tomar las siguientes precauciones:
El correo de contacto de cada red debe ser personal
Un error clásico es crear una red social a partir de un correo de empresa. Sí, todos habremos caído en esa trampa alguna vez.
Estamos en las empresas de forma provisional. Lo mismo sucede en proyectos colaborativos. El trabajo para toda la vida hace tiempo que no existe. Quizás queda alguna excepción con los funcionarios públicos, poco más. Es fácil que se produzca un despido formato película estadounidense: está despedido, recoja sus cosas y váyase. Quizás quien se despide eres tú.
Desde que pasé del branding al personal branding, hace algo más de 12 años, habré negociado con redes sociales la eliminación de 200 perfiles. Se trata de perfiles de profesionales que sólo habían puesto como correo electrónico de contacto el de su ex compañía. Así que ya sabes, usa tu gmail, hotmail o el email de tu dominio personal.
En tu fotografía de perfil deberías aparecer tú, sin logos
… Y si apareces con algún logo, que sea el tuyo. Tu fotografía de perfil es mejor que te muestre sin más, con tu mejor yo. Y si es posible que seas tú quien contrate al fotógrafo/a, mejor; así, si sales de la compañía podrás seguir utilizando la imagen sin problemas.

Por supuesto, si sientes la camiseta, eres un verdadero employee advocate y quieres presumir de tu empresa, hay formas de hacerlo. Por ejemplo, utilizar la imagen que muchas redes nos dejan como fondo (Linkedin, Facebook, Twitter, YouTube…). Aquí tenéis dos ejemplos:


El titular y extracto de Linkedin son tuyos 100%
Otro tema: Tu empresa puede formarte en cómo mejorar tu marca personal y cómo ser el mejor embajador de marca. Pero no puede «dictarte» el titular profesional ni el extracto de tu perfil en Linkedin. Eso te pertenece. No tienes ninguna obligación de incluir el nombre de tu empresa en tu titular; yo te puedo recomendar que lo hagas si crees que aporta valor, pero la decisión solo es tuya. El extracto o resumen es tuyo, y ahí tienes la oportunidad de mostrar tu propuesta de valor y tus valores.
En cambio, puedo estar de acuerdo que la información de la empresa que des esté alineada con los responsables de RR.HH y Marketing. Se trata de dar una información consensuada. En cuanto a descripción de tu puesto de trabajo, si no mientes, la empresa no debería influir demasiado en eso.
La otra cuestión: ¿Tus contenidos son tuyos?
Gran cuestión. Ya vemos que eso de «tus redes sociales son tuyas» es una verdad a medias. ¿Y los contenidos? En teoría, los contenidos que compartes en las redes son tuyos. El problema es que las redes “requieren” contar con ciertos permisos sobre esos contenidos. Requisitos significa que si no los aceptas, no puedes crear el perfil.
Esos permisos habilitan a las redes para (literalmente) “alojar, usar, distribuir, modificar, mantener, reproducir, mostrar o comunicar públicamente y traducir tu contenido”. En otras palabras, cuando subes una imagen o un vídeo o un texto a una red social, ellos la pueden compartir a su antojo sin pedir permiso. Eso equivale, en la práctica, a afirmar rotundamente que tus contenidos en las redes sociales no son solo tuyos.
Si cierras tu cuenta, teóricamente revocas el permiso. Pero claro, si alguien lo ha compartido, ahí queda. Así que hazte a la idea de que muchos de tus contenidos vagarán por el espacio digital por los siglos de los siglos… hasta que quien cierre sea la red social.
En resumen
Ya lo ves, tus redes sociales son tuyas. Forman parte de tu marca personal. Pero solo desde la perspectiva de tu control personal. No son de tu empresa. Son de los propietarios de cada plataforma, que imponen sus reglas, hasta el punto de poder utilizar tus contenidos como les complazca.
Tener el control de tu contenido puede considerarse una utopía. Lo más cercano a ese control es disponer de tu propio blog, tu verdadera casa digital. ¿Te animas?
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Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
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