A raíz de un buen post de Andrés Pérez Ortega titulado Para quién trabajas realmente (y que recomiendo leer), emití un tuit apoyándolo con un par de imágenes. Hasta aquí, nada nuevo. Pero un tuitero (por cierto, muy orgulloso de su comunidad a juzgar por su bio), de nombre Óscar Gamarra, responde el tuit con la pregunta: ¿Trabajas para vivir o vives para el trabajo? ¿Quién responde?
¿Trabajas para vivir o vives para trabajar? Una pregunta que, para mí, ha caducado
Estoy firmemente convencido de que trabajar ya forma parte de vivir. Que me perdonen los desempleados, pero si buscan trabajo están trabajando en un proyecto > Encontrar empleo. La frontera entre vivir y trabajar se está desdibujando. Dan Pink identificó esta tendencia emergente en 2002 en su libro profético Free Agent Nation. Pero tras 2002 han pasado muchas cosas que nos obligan a reflexionar:
- En este documento de PWC titulado Work life 3.0, understanding how we’ll work next ya se pone de manifiesto la tendencia a la desaparición de la oficina como centro operativo de negocios.
- En este otro documento de EY titulado When machines become workers, what is the human role? aparece esta excelente infografía, en la que destaca que el 40% de los trabajadores será freelance en 2020 en los EE.UU. También destaca que se perderán millones de puestos de trabajo (incluyendo ejecutivos) a causa de la machine economy (automatización de procesos, Machine learning, Inteligencia Artificial…).

- Según Kelly Palmer, CLO de Degreed.com, la responsabilidad recae en cada persona a la hora de tomar el control de su desarrollo profesional. Es decir, esto no supone el fin de la formación ofrecida por las empresas, pero sí el fin de la tutoría y responsabilidad sobre esa formación.
- Utilizo a menudo la frase de Vijay Singh, ex responsable de innovación de VISA Inc.: lo que los demás digan de nosotros será la métrica más importante del futuro. Y eso destaca la importancia que la marca personal y la reputación personal tienen y tendrán.
- Por su lado, la consultora McKinsey afirma que los trabajadores que cuenten con las capacidades y el apoyo necesarios tendrán mayor facilidad para la transición a nuevos puestos de trabajo. Pero también vale la pena advertir que esos puestos serán también en gran parte para freelances.
¿Te acuerdas de cuando desconectábamos?
Espero que la pregunta no ofenda. Primero comenzaron las interrupciones a nuestra «vida extra-laboral» con el correo electrónico. Posteriormente fueron los SMS, a los que siguieron otras aplicaciones como Whatsapp o Telegram. La cuestión es ¿nos llevamos trabajo a casa? o sencillamente ya hemos incorporado nuevos hábitos híbridos a nuestra vida.
Uno puede irse de viaje una semana en plena primavera y seguir «cumpliendo» con su job description, gracias a ordenadores, smartphones, vídeo conferencias… Las vacaciones serán más desestructuradas. El famoso mes de vacaciones pagadas ya es historia para muchos (me incluyo). Se sustituye por pequeños períodos de escapada en cuanto se puede.
Lo que estoy viendo es que el trabajo está integrado en nuestras vidas, ya no es eso de si trabajas para vivir, es que vivir integra muchas cosas indisociables, entre ellas una conexión cada vez más continua con proyectos laborales.
Imagen portada: Linkedin
PD: Te invito a seguir mi nueva revista «Todo deja marca» en Flipboard, con temas de marca personal, personal branding, employer branding, employee advocacy, storytelling, branding…

Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
Pues hay un dilema interesante, porque si todos queremos dejar de trabajar significa que a nivel humano no aporta nada más que dinero -util, práctico y necesario, pero no siempre llena las necesidades vitales de las personas-
Hola José, ese no es el sentido del post. No digo en ningún momento que nadie deje de trabajar; al contrario, creo que el modelo actual es que no dejamos de trabajar salvo cuando dormimos. Estemos trabajando por cuenta ajena, propia, o buscando, siempre estamos con un ojo medio abierto, una alerta de que en cualquier momento puede surgir una oportunidad. Gracias por escribir!
Hola Guillem, pues yo estoy de acuerdo, cada vez el trabajo está más integrado en nuestra vida fuera de la oficina.
Pero el lado bueno es que también te puedes ir a trabajar fuera de la oficina.
Buen post, saludos!!
Así es Fernando, el trabajo se deslocaliza. Cualquier smartphone con conexión a internet se configura como un lugar de trabajo. Gracias por escribir!
Estoy muy de acuerdo, Guillem. Siempre he pensado que la obsesión por «separar» la actividad profesional del resto de tu vida es un error (además de una quimera). Hay que admitirlo, considerando el número de horas que dedicamos a nuestra actividad profesional, si no te gusta tu trabajo significa que no te gusta tu vida…
Creo que el verdadero reto es «integrar», más que «separar». Lo realmente importante es «estar a lo que estás», estando presente en lo que estás haciendo en cada momento, sea lo que sea, personal o profesional, con la confianza de que es eso, y no cualquier otra cosa, lo que tiene sentido hacer en ese momento. En GTD® tenemos un nombre para esto: «Experiencia Productiva» ;-)
Un abrazo.
Eso de «si no te gusta tu trabajo no te gusta tu vida» debería ser el título de tu próximo libro, José Miguel. Mil gracias por tu aportación, una experiencia productiva. Abrazos!!!
TRABAJO Vs Vida, ese es el dilema para muchas personas
Ahora que reflexionamos sobre el año que termina, pero sobre todo pensamos en nuevos retos y proyectos futuros; quiero comentar esta interesante reflexión que nos presentas, Guillem; con el futuro (profesional y vital), inmediato, muy diferente al del momento actual, en cuanto a las relaciones entre vida y trabajo se refiere.
Una de mis frases favorita y lite motiv, de mi vida profesional a sido desde siempre «elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar nunca mas».
Parece que la sociedad, está finalmente enfocándose en esa dirección…
El trabajo freelance, la formación personal de cada individuo (en aquello que nos gusta), junto con la reducción de los puestos de trabajo y su deslocalización (debido a las nuevas tecnologías), van a determinar la forma de trabajar en los próximos años.
Por desgracia, siempre hay personas que no podrán alcanzar este nuevo paradigma de trabajo, por las dificultades para acceder a formación/cualificación fundamentales.
Aunque realmente, me preocupan mucho mas aquellos que pudiendo hacerlo, no sean capaces de adaptarse al cambio, debido a una miopía profesional muy extendida en nuestra sociedad.
#LoNatural_es_TrabajarFeliz
La frase de Confucio que mencionas también es una de mis favoritas, Kino. Gracias por tu reflexión!
Por mucho que ames tu trabajo se necesita tiempo de descanso desconexión y ocio; ya que a la larga el exceso de estres al que se somete al ser humano pasa factura. Enfermedades psicológicas cada vez más habituales en la sociedad actual; posibles bajas por enfermedad y disminucion de la productividad. Lo importante es que se pueda llevar un equilibrio y combinar actividades. En muchos países más avanzados que España las jornadas son más reducidas y la gente dispone de más tiempo libre para otras actividades y conciliación; lo que se traduce en beneficios para todos. Está claro que estamos en la cola y cada día más y peor
Hoy podemos desconectar de muchas maneras, incluso en días “laborables”. Incluso podemos sufrir un despido interior. Cuando afirmo que el trabajo forma parte de nuestras vidas, en ningún caso promuevo la no-desconexión, solo pongo de manifiesto una realidad. Gracias por escribir, Marta!