Veo que disponer de perfiles privados o públicos sigue generando dudas a muchos usuarios de redes sociales. En este post explico, con la ayuda de Oscar Del Santo, y de dos investigaciones académicas, los pros y contras de tener un perfil privado, aunque te avanzo que desde el punto de vista de tu marca personal, hay más ventajas y oportunidades teniendo esos perfiles públicos.
Aquí tienes un resumen en 1 minuto de vídeo:
Aquí puedes escucharlo en el episodio 119 del pódcast Todo deja Marca en iVoox, Apple Podcast, Spotify o Google Podcast.
Imagina las redes sociales como un club social. ¿Cubrirías tu cara para que no te vieran los socios? ¿Mantendrías silencio?
Vaya, no quería condicionar la respuesta, pero creo que es justo lo que acabo de hacer. Imagínate la situación. Pagas la cuota de entrada a un club, el que sea, deportivo, de bridge, de negocios, lo que quieras. Y el primer día, el día de tu estreno como miembro del club, llegas con la cara cubierta, tapones en los oídos y sin decir palabra… ¿te parece razonable?
Si una red es social, y por tanto abierta ¿qué sentido tiene un perfil cerrado?
Esta fue la reflexión que me impulsó, entre 2008 y 2009, a darme de alta en las redes más relevantes, y con la excepción de Facebook, lo hice con perfiles abiertos. La razón de no hacerlo con Facebook es que se trataba, al menos inicialmente, de localizar a tus amigos y seguirlos en el mundo virtual.
En aquel tiempo, yo seguía muy de cerca a Francesc Grau, autor de Twitter en una semana, y recuerdo que le pregunté su opinión sobre los perfiles privados en Twitter. Su respuesta fue tajante: Twitter no es una red de amigos, es un lugar donde personas y empresas se informan de lo que acontece a tiempo real y conversan. Un perfil privado no tiene sentido.
Pero siguen habiendo muuuchas cuentas privadas, especialmente en Instagram
Instagram me sorprende porque muchas de las personas que me siguen (y a las que sigo) tienen perfiles privados. Es decir, que aunque me sigan, yo no puedo ver lo que publican si no me dan permiso explícito. Pienso que en la economía de la atención, quizás no tenemos el tiempo necesario para tomar decisiones si hay obstáculos por el camino. Es mi manera de verlo, aunque tal vez me equivoque.
Pero más allá de mi opinión (digamos que bastante subjetiva), prefiero cotejar la opinión de otro gran profesional como Oscar Del Santo, y luego listar las ventajas (que también las hay) y las desventajas de mantener cuentas privadas en las redes sociales, especialmente Twitter, Facebook e Instagram.
La opinión de un experto: Oscar Del Santo
Oscar Del Santo es para mí uno de los mayores referentes en marca personal, inbound marketing, marketing digital, inteligencia emocional y coaching. Es autor de “Marketing de atracción 2.0”, «Reputación online para todos» y co-autor de “De Twitter al cielo”. Esta es su valoración sobre los perfiles privados:
La privacidad es algo muy importante para muchas personas, sobre todo aquellas que utilizan los medios digitales y redes sociales para comunicarse con un grupo exclusivo de contactos y que quieren mantener un cierto anonimato y la sana capacidad de decir lo que les dé la gana con un mínimo de censura.
Desde esta perspectiva, uno no tendría nada que objetar con respecto a los perfiles privados en Twitter e Instagram. Son una opción perfectamente legítima.
Eso sí, transmiten una cierta sensación de oscurantismo y no contribuyen particularmente a la construcción o el desarrollo de nuestra marca personal, ni a que podamos implementar estrategias de crecimiento. Todos nos los pensamos dos veces antes de seguir a alguien cuyos tuits, feed o imágenes están censuradas. Por lo tanto, desde una perspectiva de Social Media Manager y para lograr objetivos de marketing o reputación no son particularmente útiles.
Ventajas principales de los perfiles privados
La libertad de elegir a quién sigues y quién te sigue
Quizás es la ventaja más destacable. En el fondo, creas tu propio club social. Mi cuestión es si eso ya estaría cubierto con los grupos de Whatsapp, Telegram, Messenger…
Seguridad
Al controlar el flujo de seguidores y seguidos, evitas a trolls, ofendiditos, y fauna prescindible como spammers, cuentas fake…
Privacidad
Esta es la principal ventaja que confiesan quienes tienen perfiles privados. A mi juicio, va contra la idea de red “social”. Si quieres compartir fotos con familia y amigos, hay otras fórmulas. Ya sabes, Drive, Dropbox, carpetas privadas en Pinterest,… Y si quieres tertulia, también puedes contar con Whatsapp, Telegram, Messenger…
Modo espía: ver sin ser visto
También es una ventaja. Permite un perfil observador (el internauta mayoritario en la red) de esos que mira pero no toca, no comenta, no rumorea, no comparte.
Desventajas principales de los perfiles privados
Oportunidad perdida en procesos de elección
Muchos piensan que los procesos de elección solo se producen cuando alguien busca trabajo, cuando busca equipo, cuando se presenta a una contienda electoral. Hay más. Cada día se producen procesos de elección de los que a menudo no somos conscientes, o solo lo somos cuando nos contactan para un proyecto determinado.
El tener perfiles privados, que equivale a una deficiente marca digital, dificulta la elección. Recordemos que si no comunicamos, no nos encontrarán. Y un perfil privado no comunica.
Comunidades más pequeñas
Tal vez sea una desventaja secundaria, pero las redes sociales exigen unos mínimos para que podamos considerarlas “comunidades”. Linkedin lo ha fijado en 500 contactos, el resto de redes no tiene un mínimo fijado.
Muchos internautas rechazan conectar o devolver seguimiento a personas que no muestran las cartas boca arriba
Adiós al posicionamiento SEO
Si tienes un nombre y apellido muy comunes, es más difícil que te encuentren en Internet. Con perfiles abiertos (y activos, detalle importante), es más fácil que encuentren tu nombre.
Oportunidad perdida de networking
De la misma manera que hay una oportunidad perdida en procesos de elección, la hay de aprovechar conexiones que nos pueden ser de gran utilidad. Estoy con Oscar, tendemos a desconfiar de personas que no comparten unos mínimos de información, y eso genera un descarte.
Una de las cosas buenas que nos ha traído Internet y las redes y medios sociales es, precisamente, la capacidad de generar relaciones. Inicialmente son virtuales, y muchas acaban siendo reales. Gracias a la red, he conocido a personas que me han hecho crecer, y a las que luego he tenido la oportunidad de estrechar la mano.
Literatura académica sobre el tema
He querido añadir algunas fuentes más con respecto a mi publicación original (enero 2020), así que he consultado dos estudios:
Primer estudio
Lee, E. J., & Ahn, Y. Y. (2018). The impact of privacy concerns and self-disclosure on psychological well-being and social capital in social media. Journal of Computer-Mediated Communication, 23(6), 341-358
Este estudio, publicado fue realizado por investigadores de la Universidad de California en Irvine y la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign.
El estudio encuestó a 325 adultos jóvenes (de 18 a 29 años) sobre su uso de las redes sociales y sus preferencias de privacidad.
Pros
Los investigadores descubrieron que las personas con perfiles privados en las redes sociales manifestaban un mayor control de su privacidad y una menor exposición a contactos no deseados.
En concreto, afirmaron sentir que controlaban mejor su privacidad en línea, que era menos probable que recibieran solicitudes de amistad o mensajes no deseados y que se sentían más cómodos compartiendo información sensible en línea.
Cons
Sin embargo, los investigadores también descubrieron que las personas con perfiles privados mostraban niveles más bajos de autodivulgación en línea y de apoyo social percibido en comparación con las que tenían perfiles públicos.
Eran menos propensos a compartir información personal u opiniones en línea, y percibían que sus redes sociales eran más pequeñas y menos solidarias.
Los investigadores sugieren que estos resultados pueden reflejar un equilibrio entre privacidad y conexión social: aunque los perfiles privados pueden ofrecer un mayor control de la privacidad, también pueden limitar la capacidad de los usuarios para conectar con otros y crear redes sociales.
Segundo estudio
Vitak, J., Ellison, N. B., & Steinfield, C. (2011). The ties that bond: Reexamining the relationship between Facebook use and bonding social capital. Journal of Computer-Mediated Communication, 16(4), 680-705
El segundo estudio, se publicó en Computers in Human Behavior en 2019, los investigadores descubrieron que la preocupación por la privacidad era un factor predictivo significativo del uso de perfiles privados entre los usuarios de las redes sociales, como he mencionado antes. En concreto, los usuarios más preocupados por la privacidad y la seguridad eran más propensos a utilizar perfiles privados.
Sin embargo, los investigadores también descubrieron que los perfiles privados pueden limitar el capital social de los usuarios y su acceso a los recursos sociales. Los usuarios con perfiles privados declararon niveles más bajos de capital social -es decir, los recursos de que disponen a través de sus redes sociales, como información, apoyo social y oportunidades- en comparación con los que tenían perfiles públicos. Esto puede deberse a que los perfiles privados son menos visibles y tienen menos probabilidades de atraer la atención o el engagement de los demás. Los investigadores sugieren que los usuarios de las redes sociales consideren detenidamente las ventajas y desventajas de la privacidad y la conexión social cuando decidan utilizar perfiles privados.
Concluyendo…
Tú eliges cuál es el monasterio en que quieres vivir: uno abierto y que admita visitas o uno de clausura y con voto de silencio. Ambos son aceptables. Ahora ya conoces los pros y contras de cada uno. La reflexión es tuya. Y recuerda la máxima de Neus Arqués: Si no te ven, no te compran. Feliz semana.
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Convencido de que todo deja marca, ayudo a empresas a conectar mejor con sus stakeholders a través de programas de personal branding (gestión de marca personal) y employee advocacy (programas de embajadores internos de marca).
Socio de Soymimarca e Integra Personal Branding, Brand Director de Omnia Branding, también colaboro con Ponte en Valor, Brandergizers, MoreThanLaw, Noema Consulting y Quifer Consultores.
Participo en diversos programas en IESE, ISDI y EAE, entre otras. Publicitario colegiado, Master en Marketing. Estudiante del grado de Humanidades.
Mi ADN publicitario viene de 20 años en agencias: Tiempo/BBDO, J.W.T., Bassat Ogilvy, Saatchi & Saatchi, Altraforma y TVLowCost entre otras.
Hola. Yo soy de los que tiene perfil privado en Instagram, no tengo perfil en Twitter. Hay una ventaja del perfil privado que han olvidado: Las cuentas de personas que tenemos familiares o amigos muy lejos del país y que compartimos imágenes y recuerdos de forma privada. Por lo demás, entiendo las desventajas, especialmente para personas que buscan trabajo. Gracias.
Damián
Hola Damián. Gracias por tu comentario. En el caso que comentas, una opción son los perfiles privados, y la otra, por ejemplo, sería la creación de grupos cerrados en Whatsapp, Messenger o Telegram, donde además de compartir una imagen o vídeo el grupo tiene la opción de comentarla, y además no estás sujeto a censura propia de las redes sociales. Dicho esto, no seré yo quien te aconseje abrir un perfil contra tu voluntad. Me he limitado a exponer los pros y contras, con el horizonte puesto en la proyección de nuestra marca personal. Un cordial saludo!